Capítulo 11 :   Un nuevo rumbo. La Casa de Champaña

Escudos de Navarra

1 un nuevo aporte al crisol navarro

Navarra ya había iniciado relaciones con su frontera del norte (1) antes del año 1234, pero con la llegada en esa fecha al trono navarro de la Casa condal francesa de Champaña, se inicia un período cercano a 300 años en el que el crisol de culturas fundidas en su territorio no cesará de recibir aportes externos de gran interés. Navarra se abrirá una vez más a recibir una nueva impronta cultural de marcadísimo cuño francés y europeo. Más aún que en tiempos de Sancho III el Mayor, en el siglo XI, Navarra será puente con Europa.

Y no será únicamente por el efecto importantísimo de los peregrinos que desde el norte vienen recorriendo la ruta jacobea, o de los numerosos francos que quizá por razones comerciales y de asilo venían ya hacía algún tiempo estableciéndose en Navarra. Y muy especialmente desde que a principios del siglo XI Sancho III el Mayor hubiera desviado la ruta para llevarla por sitios más seguros y fértiles, desde Pamplona por Estella al valle del Ebro cerca de Logroño.

En esta ocasión, con la llegada de la Casa de Champaña, el crisol navarro de culturas se agitará desde el mismo cetro real.

La Casa de Champaña había llegado al trono de Navarra al quebrarse la sucesión por línea de masculinidad de la dinastía autóctona Jimena restaurada e iniciarse el respeto a los derechos dinásticos de las hembras en ausencia de varón. Sancho VII el Fuerte muere en Tudela en el año 1234 sin descendencia. Su hermana Berenguela había casado en 1191 con el rey de Inglaterra Ricardo I Corazón de León (2) pero tampoco tuvo descendencia. Su sobrino, el conde Teobaldo IV de Champagne - hijo póstumo de otra hermana de Sancho VII el Fuerte ya difunta, Blanca (+ 1222), que había casado con el conde palatino de Champaña y Brie, poderoso Par de Francia - ocupa entonces el trono de Navarra como Teobaldo I (1201-1234-1253).


Los enlaces matrimoniales que la corona de Navarra ha efectuado con las monarquías europeas son probablemente reflejo del deseo del rey Sancho VI el Sabio de encontrar alianzas más allá de los Pirineos para proteger el reino de sus vecinos, cada vez más poderosos y extensos en territorio por el éxito de sus campañas de reconquista contra los moros. Desde la muerte de Sancho VII el Fuerte el año 1234 hasta la usurpación del trono de Navarra por Fernando el Católico en 1512, transcurrirán casi 300 años en los que el trono de Navarra será ocupado por dinastías de origen francés, con la excepción de un período de 38 años que corresponde a la rama navarra de los Trastamara Evreux (3).

Las dinastías autóctonas de Navarra que sin quiebro de sucesión por línea de masculinidad habían reinado en Navarra desde el siglo IX, se habían extinguido a la muerte de Sancho VII el Fuerte.