Capítulo 6 :   Los territorios pirenaicos de Aragón

1 un naciente condado de Aragón

Es obligado conocer los orígenes de Aragón (1) para comprender los lazos que unieron a Navarra y Aragón - cuya huella perdura - y que deberán explicar las influencias recíprocas que recibieron ambos reinos. Durante el siglo VIII se establece una estrecha relación entre los reyes de Pamplona y los condes de Aragón que llegará a convertirse en una unión personal en el siglo IX, para alumbrar luego en Aragón un reino independiente en el siglo XI que incluso llegará a tutelar el de Navarra desde finales de ese siglo (1076) hasta el año 1134.

Antes de la invasión musulmana del año 711 los territorios pirenaicos que acabarían siendo el reino de Aragón no constituían una unidad político-administrativa socialmente cohesionada. Con la llegada del Islam ocurrió en ellos algo muy parecido a lo que ocurrió en Navarra. Los altos valles pirenaicos se convierten en focos de disidencia cristiana que buscan el apoyo de los francos del norte, mientras que las gentes del valle del Ebro aceptan el Islam bajo la dirección de notables familias muladíes convertidas a la religión invasora del Islam.

Los primeros darán origen a un pequeño condado de Aragón. Pero habrá que distinguir tres territorios claramente separados. Aragón propiamente dicho (el territorio jacetano) que oscilará inicialmente entre la obediencia al walí de Huesca o a la corte carolingia, pero que finalmente quedará bajo la influencia de los “reyes de los pamploneses”. Ribagorza caerá bajo la influencia de los condes de Toulouse Sobrarbe quedará más tiempo sujeto al Islam.

Una creación medieval y cristiana, de economía rudimentaria y cultura romanizada, carecería entonces el condado de unidad geográfica, lingüística o étnica y en donde el elemento vascón de implantación rural sería probablemente preponderante.

El territorio de los “aragoneses”, con su centro espiritual en el monasterio de Siresa, estaría inicialmente restringido a los cerrados y angostos valles de Hecho Canfranc y los intermedios de Borau, Aisa y Araguás, regados por los ríos Aragón-Subordan y Aragón. Serían excelentes refugios con buenas comunicaciones con los francos del norte, precisamente situados estos valles en la antigua vía romana de “Sumo Portu” - Somport- que comunicaba Bearn con Caesaraugusta. Se podría estimar este pequeño territorio en unos 600 kilómetros cuadrados. Las tierras jacetanas del valle - conocido como “la Canal de Berdun” - habrían sido extensamente y continuamente recorridas por los ejércitos musulmanes. Persisten algunas dudas sobre lo ocurrido en los cercanos valles de Ansó y Acumuer, al Oeste y Este del citado núcleo aragonés. San Juan de la Peña estuvo probablemente desde su inicio fuera de este núcleo aragonés y más en relación con los reyes navarros.

Se ha expuesto más arriba cómo las crónicas árabes habían informado que en el año 781 el emir de Córdoba, Abderramán I se dirigió a Pamplona para devastarla y marchó luego contra la comarca de los vascones y los cerretanos. Esto había ocurrido tras la expedición fracasada de Carlomagno a Zaragoza que resultó en su desastre de Roncesvalles (2) en el año 778. Sabemos por estas crónicas que en el año 781 Galindo Belascotenes ( hijo de Belasco y padre de García el Malo, éste último casado con una hija del conde de Aragón, Aznar I Galindo ) acaudilla el país de los "cerretanos" que llamaban los musulmanes, esto es, el Aragón pirenaico y Sobrarbe.

A comienzos del siglo IX se tiene noticia de un personaje, el conde Aznar Galindo, que ejerce autoridad sobre estos territorios pirenaicos aragoneses. Su autoridad venía probablemente de Carlomagno que habría protegido la llegada de godos mozárabes en busca de refugio en las montañas. Estos habrían aportado a los pobladores indígenas de las montañas - seguramente de origen vascón - un sentido distinto de guerrear y dotes de organización política y administrativa desconocida para los autóctonos. Sería el mismo modelo que había surgido por el mismo tiempo en Asturias y en Navarra y con el mismo gusto por marcar su distancia e independencia del Islam de Córdoba.

El linaje de Aznar Galindo procede de los duques gascones y se trata probablemente del mismo conde de Gascuña que fue apoyado por Ludovico Pío en el 819 tras las revueltas gasconas. Se ha dudado por algunos historiadores si se trataba de un gascón que se puso al frente de los aragoneses con el apoyo de los carolingios o de lo inverso, de un miembro de un linaje del condado de Aragón que inspiró confianza a Ludovico Pío para liderar el condado de Gascuña. Todo parece indicar que se trata de lo primero y el “condado” de Gascuña habría sido tomado por una rama cadete de los duques.