Capítulo 17 :   Carlos III el Noble

Tercer rey de Navarra de la Casa de Evreux, tras su abuela Juana II y su padre Carlos II

Nacido en el castillo de Mantes en 1361, a orillas del río Sena casi a medio camino entre París y la cabeza del condado de Evreux en Normandía, esta plaza fuerte era frontera estratégica entre Normandía y los territorios del rey de Francia (“domaine royale”). El heredero Carlos se había criado al principio en el castillo de Melun bajo los cuidados de su madre Jeanne de Valois y luego bajo los de su tía Blanca, hermana de su padre Carlos II y viuda del rey Philippe VI, primer rey francés de la dinastía capeta de los Valois (1). Fue coronado en la catedral de Pamplona en 1390, asistiendo Pedro de Luna como legado del primer antipapa de Avignon, Clemente VII. Muere el Rey el 7 de septiembre de 1425, tras un largo reinado de 38 años de grata memoria y en paz con todos sus vecinos.


La confusión en su padre Carlos II, entre sus legítimas ambiciones personales y dinásticas en Francia y los verdaderos intereses exteriores de su reino navarro, habría despertado en sus sucesores un gran sentido de prudencia a la hora de plantearse el peso político de Navarra ante sus vecinos en el norte y en el sur, ambos cada vez más poderosos.

1. el ducado de Nemours
2. Carlos III mediador en las guerras civiles de Francia
3. un giro hacia lo español
4. un soberano pre-renacentista
5. Navarra en el “Cisma de Occidente”
6. el entramado familiar

1 el ducado de Nemours

Del mismo modo que Navarra había encontrado en Francia alianzas dinásticas que le ofrecían protección y amparo cuando se sintió acosada por los reinos de Aragón y sobre todo de Castilla, desde la muerte de Sancho el Mayor el año 1035, Carlos III pudo pensar, a la vista de la frustrada experiencia de su padre en Francia, que convenía ahora a Navarra reforzar sus alianzas con los reinos peninsulares, Castilla-León y Aragón. En Francia se iba debilitando progresivamente el poder de la nobleza en favor de una corona cada vez más poderosa y que se mostraba hostil a Navarra por haber ayudado Carlos II a los ingleses en la guerra de los Cien Años. Una guerra que todavía tardaría en acabar (1337-1453).

Carlos III, francés de nacimiento y de educación, cesa las reclamaciones dinásticas de su padre al trono de Francia y no insiste en recuperar los territorios en litigio en Francia, bastándole una compensación económica en algunas de las reclamaciones patrimoniales pendientes. Casa con la castellana Leonor de Trastamara, según proponía el arbitraje de Gregorio IX para llegar a una paz con los Trastamara de Castilla.

Al tomar Carlos III la corona de Navarra en el año 1387, la situación en Francia era tranquila. Desde 1380 el rey de Francia es Charles VI que había casado hacía poco tiempo con la princesa alemana Isabeau de Baviera y que no había tomado todavía realmente el poder ya que sus tíos - "los duques" - lo ejercían desde un Consejo de Regencia. Hasta el año 1415 en que se reanuda la guerra de los Cien Años con la batalla de Azincourt, el conflicto entre Francia e Inglaterra se daba entonces por terminado desde los éxitos de Charles V “le Sage” (+ 1380). En esa situación de paz en Francia, Carlos III el Noble encuentra un ambiente propicio para negociar una solución definitiva a la situación de sus feudos en Francia, con tranquilidad y sin riesgo de ser visto con recelo por los franceses como monarca de un reino, antiguo aliado de los ingleses.

A la muerte de Carlos II quedaban muchos problemas sin resolver. Las posesiones de los condes de Evreux - fortalezas del valle del Sena, los condados de Evreux, Mortain y Cotentin - habían quedado confiscados y no se habían restituido a Carlos II a pesar de las treguas y paces de 1381. Los ingleses seguían todavía presentes en Cherburgo, fortaleza principal y estratégica de los reyes de Navarra en la costa normanda frente a Inglaterra, y se hacía necesario negociar su salida.

Tras numerosas embajadas y negociaciones, el puerto del Cotentin vuelve en 1393 a la posesión del rey de Navarra y conde de Evreux. En cambio, los campos normandos con sus grandes fortalezas y el valle estratégico del río Sena no parecieron interesar demasiado a Carlos III. En 1397 Carlos III va a Francia a negociar con su primo hermano Charles VI, pero debe volver pronto a Navarra ya que el rey francés se encuentra en uno de sus frecuentes lapsos de demencia. Volverá a París en 1403, aprovechando un período de lucidez.

El Rey aceptó ceder en favor del rey francés sus derechos al condado de Champagne y los de Evreux, Arranchez y otras villas de Normandía para su incorporación al dominio de la Corona, recibiendo a cambio en el convenio de 9 junio de 1404 el ducado de Nemours con el título de “par de Francia”. El nuevo ducado comprendía las villas y castellanías de Beaufort en Champagne, Solens, Coulommiers en Brie, Lorrez-le-Bocage, Nemours, Château-Landon y otras por las que percibiría 12.000 libras tornesas de rentas y una bonita suma de dinero: 200.000 libras por la compra de la villa y castellanía de Cherburgo. Carlos III también recibe las rentas de Provins como garantía del precio que se le debía por la venta de Cherburgo. Carlos III vende luego este aval al duque de Orléans y en 1405 renuncia a sus derechos sobre los condados de Champagme y de Brie que pertenecían a la corona navarra desde 1234, año en que muere Sancho VII el Fuerte y llega al trono navarro Teobaldo I de Champaña.

Desde este año de 1404, Carlos III dejará de utilizar el título de conde de Evreux. Volvió a Navarra en 1406. Poco después muere su sobrino Enrique III de Castilla (1406) y comienza en Francia la guerra de los “armagnacs” y “borgoñones” (1407), en la que los contendientes solicitan a Carlos III un arbitraje .