Capítulo 5 :   Los Banu Qasi del Valle del Ebro

1 el conde Casius y su familia,“mawla” de los Omeyas

El Islam es una clave importante en la historia de Navarra.

Sería imposible comprender los orígenes del reino navarro sin reconocer una premisa fundamental: tan navarros fueron los “muladíes” (hispanos islámicos) del valle del Ebro como los vascones montañeses politeístas o cristianos de los pirineos navarro-aragoneses y los pobladores de Pamplona y su zona de influencia.

El devenir de la Historia hizo que una parte importante del actual territorio de Navarra estuviera durante poco más de dos siglos (714-924) bajo la influencia de una importante familia del valle del Ebro, la familia del conde - qumis - o magnate godo Casius. La influencia de esta familia en numerosos lugares de España fue notable y en algunos territorios como en Navarra o en Aragón fue determinante para conformar su historia. Alberto Cañada conoce como nadie este linaje y dice acertadamente que desconocer la historia de esta familia - los Banu Qasi - es ignorar dos siglos de historia navarra.

Dos siglos en los que Navarra tomó un rumbo en el que tampoco participaron los pobladores vasconizados de las provincias vascongadas que habían quedado en la órbita de la monarquía astur.

Tras el desembarco en Gibraltar en la primavera del 711 los caudillos musulmanes Musá ibn Nusayr y su lugarteniente Tariq ben Ziyad dominan prácticamente toda la Península Ibérica en poco menos de siete años. Los hijos de Vitiza habían aceptado ceder el trono visigodo al califa omeya Al-Walid de Damasco a cambio de que se les respetaran todas sus posesiones. Musa proclamó en el 714 en Toledo a Walid I como rey pasando la Península a constituir una provincia musulmana - al-Andalus - gobernada por emires y “walis” o gobernadores. Otros hispanogodos, unos sometidos al Islam por el asedio y la espada y los más por pactos y capitulaciones, encuentran acomodo ante el empuje islámico, lo que da lugar a situaciones distintas de autonomía política. En el otoño del 713 los musulmanes ya habían llegado al valle del Ebro.

Poco después de conquistar Caesaraugusta, probablemente en el otoño-invierno del 713-714, ocurre el encuentro de los invasores Musá y Tariq con el magnate godo Casius que ejercía influencia en la zona de Borja, Tudela y Tarazona, aunque con toda probabilidad - como ha puesto de manifiesto Felipe Abad - mantenía su solar familiar en Arnet o Arnit (actual Arnedo) en el valle del río Cidacos en donde disponían de varias fortalezas inexpugnables.

En este encuentro, Casius capitula sin lucha - probablemente por astucia y deseo de conservar su influencia en la zona -, reniega por conveniencia de su cristianismo visigótico y abraza el Islam. Su familia será por ello conocida como los “renegados del Ebro”. Viaja a Siria en el año 714 - probablemente acompañando a Musa ibn Nusayr - y en Damasco contrae vínculos de clientela o mauladía con el califa al-Walid. Desde entonces, Casius y sus descendientes serán “clientes” (“mawali”), se harán “mawla” de los Omeyas.

Derivado de Casius, por su genitivo latino Casii, los "filii Casii" - “los hijos de Casio” - son en árabe los "Banu Qasi", los herederos de Casius. Son a veces conocidos como los Banu Musá, los herederos de Musá, por la importancia que tomó un biznieto de Casius -- Musa ibn Musa -- llamado también el "tercer rey de España" o, en términos más populares, "el moro Muza". A la muerte de éste, sus descendientes son conocidos como los "cachorros de Musa". Son los “renegados del Ebro” aguerridos guerreros y astutos diplomáticos.