Capítulo 11 :   Un nuevo rumbo. La Casa de Champaña

2 reyes de “estranio logar, estranio lengoage” llegan a Navarra

Nacido hijo póstumo en 1201, el conde Teobaldo IV de Champagne se había educado en la corte de su padrino el rey de Francia Philippe II Auguste. Viviendo en la corte participa en 1214 a los 13 años de edad al frente del ejército de Champagne en la importante batalla de Bouvines (4). A partir del año 1226 Teobaldo toma parte muy activa en los conflictos que ocurren en Francia entre la nobleza y una realeza que quiere ensanchar sus dominios y su autoridad a costa de aquellos. En la cruzada papal contra los herejes albigenses (cátaros), Teobaldo desaprueba el objetivo escondido del Rey de anexionar a la corona el Languedoc que pertenece a su tío Raymond VII de Toulouse (5). Cumple lealmente con su deber feudal de prestar al rey Louis VIII “le Lion” la colaboración de su ejército champañés, pero se limita a cumplir con la obligación de hacerlo solamente durante 40 días, al término de los cuales abandona al Rey el 30 de julio de 1226 en el sitio de Avignon. Cuando poco después el Rey muere en noviembre en Montpensier, los rumores acusan a Teobaldo de haberlo
envenenado.

Incluso la reina viuda regente Blanca de Castillaa la que Teobaldo profesa admiración y cariño, le prohíbe acudir a Reims a la sagrada unción y ceremonial de coronación

 ,
Luis VIII de Francia y Blanca de Castilla
hija de Alfonso VIII de Castilla y madre de San Luis, rey de Francia

del heredero, su hijo San Luis de Francia. Será finalmente a comienzos de 1229 en los acuerdos de Meaux, gracias a la intervención del propio conde Teobaldo, cuando queden solventados los problemas albigenses. Llegará el rey Teobaldo I a Navarra en 1234 a los 33 años de edad, lleno de experiencia política y militar. Cinco años más tarde, confrontado con el problema albigense (cátaro) en su propio condado de Champagne, el 13 de mayo de 1239, el inquisidor general del reino de Francia, el dominico Robert le Bougre, llevará a la hoguera en Mont Saint-Aimé 183 cátaros, ante la presencia del rey Teobaldo y toda su corte.

Las difíciles relaciones entre la nobleza y la realeza en ese tiempo en Francia habían colocado a Teobaldo en el centro de las mismas, una experiencia vivida que seguramente habría marcado al Conde y que en 1234, a su llegada a Navarra para asumir el trono del viejo reino, debió haberle influido notablemente. A su llegada a Navarra quiso conocer en detalle el marco de las relaciones sociales existentes en su nuevo Reyno, pues vio pronto que el feudalismo tal como se había desarrollado en Francia no tenía las mismas características en Navarra. Y ello hizo que Teobaldo I solicitara que se le pusiera todo ello por escrito, lo que dio lugar a la redacción escrita del Fuero.

Casó Teobaldo I tres veces y comprometió peligrosamente su reino cuando lo otorgó en dote a su hija Blanca habida de su segundo matrimonio con Agnes, una prima hermana del rey de Francia. Surgió por ello un difícil conflicto que se explica más adelante.

Le siguen después en el trono sus dos hijos Teobaldo II (1253-1270) y Enrique I (1270-1274), habidos del tercer matrimonio con Margarita de Borbón. Muerto el rey Enrique I sin descendencia de varón que le sobreviva, debe ocupar el trono en 1274 su hija de dos años de edad, la princesa Juana hasta su muerte en 1305.

La última representante de la casa de Champagne, Juana I de Navarra, será también reina de Francia por su matrimonio con el rey capeto Philippe IV “le Bel”, hijo éste del rey de Francia Philippe III “le Hardi” (+ 1285) y de la infanta Isabel de Aragón, hija de Jaime I el Conquistador. La dinastía de Champagne habría permanecido en el trono navarro 71 años (1234-1305).