Capítulo 16 :   Los empeños de Carlos II de Navarra

2 el asesinato del Condestable Carlos de España

Carlos II no duda en hacer apresar al Condestable Carlos de España (Carlos de la Cerda), pero los caballeros navarros que ejecutan tal encargo quizá van más allá de las órdenes recibidas y asesinan el 8 de enero de 1354 al Condestable, al que sorprendieron durmiendo en el castillo de Aygle en Normandía (5). Carlos II no solamente no esconde la acción asesina sino que incluso envía embajadores a numerosas cortes - también a Inocencio VI en Avignon - para anunciar la desaparición del funesto Carlos de España. El rey navarro es apresado de inmediato pero ante la intervención de su tía la reina Jeanne de Evreux (viuda de Charles IV “le Bel”) y de su hermana la reina Blanca de Evreux (viuda de Philippe VI de Valois) el rey francés mitigó su cólera y aceptó dar su perdón y satisfacerse imponiendo a Carlos de Navarra una multa para pagar los sufragios por el alma de su amigo el Condestable de Francia.

Pero el rey de Francia ya no cesará hasta su muerte en 1364 en vengar a su amigo el Condestable. Prepara una expedición para entrar en las villas del feudo Evreux en Normandía pero finalmente decide no hacerlo para evitar dar una excusa a los ingleses de iniciar una alianza y venir en ayuda de Carlos II. Juzga más oportuno arreglar todos los conflictos y contenciosos que mantiene con su yerno el rey de Navarra. Se firma el tratado de Mantes el 22 de febrero de 1354 en el que se hace concesiones de vastos dominios en favor del rey de Navarra en Nomandía con objeto de tenerle contento y desanimarle a buscar alianzas con Inglaterra (6). Jean le Bon exige sin embargo a su yerno en el tratado que cese de reivindicar los condados de Champagne y Brie y renuncie al de Angulema, que nunca le había sido entregado. Carlos II ejerce ahora autoridad en vastos territorios en el Cotentin de Normandía, el condado de Beaumont-le-Roger y las castellanías de Breteuil, Conches, Pont-Audemer, Orbec, Valogne, Coutances y Carentan, y obtiene además una sustanciosa cantidad de dinero y rentas de tierras.