Capítulo 16 :   Los empeños de Carlos II de Navarra

14 el Papa de Avignon protege a Navarra

Mientras gobernaba en Navarra por la ausencia del Rey, la reina Jeanne había sido requerida por Enrique de Trastamara para que restituyera las plazas de las que se había apoderado Navarra durante sus luchas con Pedro el Cruel, principalmente Logroño, Vitoria, Sª Cruz de Campezo y Salvatierra. La Reina remite la solicitud a Avignon para que medie el Pontífice pero Enrique, sin esperar una contestación del Papa, tomó por las armas Sª Cruz de Campezo y Salvatierra, aunque no Logroño y Vitoria que siguieron bajo autoridad navarra.

Carlos II visita entonces a Gregorio XI en Avignon y vuelve a Navarra en 1372. Persigue a los consejeros de la Reina por su mala gestión y debilidad ante las pretensiones de Castilla. Huyen los consejeros - el obispo de Pamplona Filcaut y el deán de Tudela Cruzat - el primero va a Roma y el segundo es alcanzado y muerto en las cercanías de Logroño siendo sus bienes confiscados (34).

Gregorio XI interviene con su arbitraje y por boca de su Cardenal Guido de Bolonia - que más tarde se dijo muerto por orden de Carlos II de Navarra - da a conocer el laudo papal. Los territorios contestados deben volver a Castilla. Navarra se quedará únicamente con los castillos de Laguardia, Buradón y San Vicente. También con el monasterio cisterciense de Fitero y el vecino castillo de Tudejen que ya habían ocupado los castellanos en 1334 y habían sido recuperados poco después para Navarra por el infante Felipe de Navarra Evreux. Propone el Pontífice para sellar el conflicto el matrimonio de la princesa Leonor de Castilla (35) con el primogénito, el infante Carlos de Navarra Evreux, el futuro Carlos III el Noble. Un año después se celebran los esponsales en Briones y luego el matrimonio en 1375 en Soria.

Carlos II no está satisfecho con la decisión del Pontífice pero debe acatarla pues ha salvado con el arbitraje su trono de Navarra.

Tampoco el rey de Francia está contento con estos acuerdos navarro-castellanos pues ello podía redundar en un debilitamiento de la alianza de Francia con Castilla. La reina Jeanne de Navarra, hermana del rey Charles V de Francia, se dirige entonces a la corte de Louvre de su hermano para desvanecer los recelos de éste y muere poco después el 4 de febrero de 1377 durante este viaje, en su castillo de Evreux. Se encuentra enterrada en la iglesia de Saint-Denis en las afueras de París, mientras que el rey Carlos descansa en Navarra.