Capítulo 14 :   Navarra con la Casa de Evreux

4 una delicada situación en política exterior

En política exterior todo se hace para mantener excelentes relaciones con Aragón y Castilla. Así, la infanta Juana de Navarra se promete en casamiento al infante Pedro de Aragón primogénito del rey Alfonso IV, aunque finalmente entraría en religión en el monasterio de San Francisco de Longchamps cerca de París, casando finalmente Pedro IV de Aragón en 1338 con otra hija de los reyes de Navarra, la infanta María.

Los monarcas Evreux quieren establecer alianzas con todos los reinos y condados fronterizos. Se reviven así en cierto modo políticas ibéricas de las viejas dinastías autóctonas navarras que se habían olvidado desde la muerte de Sancho VII el Fuerte en 1234 cuando llegan al trono navarro los condes de Champagne.

El rey Felipe III, acompañado por Gastón II de Foix-Bearn y su hermano Roger Bernard, vizconde de Castelbon, se une al rey de Castilla Alfonso XI el Justiciero como un cruzado más contra los Benimeríes en el sitio de Algeciras. Allí conoce el uso por primera vez de la pólvora “lanzaban los moros recios truenos y tiraban muchas pelotas de hierro con los truenos” (4), cayendo entonces enfermo el rey Felipe y muriendo en Jerez en 1343. Fue traído a Pamplona y sepultado en la catedral.

Seis años después, poco antes de morir la reina Juana víctima de la peste en su castillo de Breval, Normandía, en 1349, casa a su hija Inés con su vecino Gaston III Phebus, conde de Foix y Vizconde de Bearn.

La situación en Francia es delicada. La casa de Evreux debe rendir vasallaje al rey de Francia por sus importantes feudos en Normandía. No por los condados de Champagne y de Brie que han pasado en 1229 a la corona de Francia, pero a cambio deben recibirse los de Angulema, Mortain y Longueville. El rey Philippe VI entra en abiertas hostilidades con Edward III de Inglaterra cuando decreta en 1337 la confiscación del ducado de Guyenne (Aquitania), un feudo que pertenecía a la corona de Inglaterra desde que Henri de Anjou Plantagenêt - que había casado con Eleonor de Aquitania - tomó la corona de Inglaterra en 1154 como Henri II. Poco después, en 1339 Edward III se proclama “rey de Inglaterra y de Francia” y reta al francés. La primera gran batalla naval - la aplastante victoria inglesa de Ecluse - ocurre en junio de 1340.

Es el comienzo de la guerra de los Cien Años sobre la que se dedica una sección un poco más adelante.

En los prolegómenos de esta guerra, el rey Felipe III de Navarra - como fiel vasallo - debe ayudar a su señor el rey de Francia. En varias ocasiones encontramos al rey Felipe de Navarra en los campos de batalla junto a Philippe VI. Así en 1334 durante la guerra en Flandes. En ese año el rey de Francia acoge al joven rey de Escocia David Bruce, que estaba enfrentado a Edward III de Inglaterra, dándole cómodo aposento en el castillo de Gaillard, en la parte oriental de Normandía, un castillo que formaba parte del “apanage” de los condes de Evreux. Es probable que el rey Felipe de Navarra hubiera tenido que ocuparse por encargo del rey de Francia de asegurar una buena estancia y protección al rey escocés en el castillo de Gaillard.

En la primera batalla importante de esta guerra - la batalla naval de Ecluse de junio de 1340 - el rey de Francia no se encuentra presente. Está en tierra, al frente del ejército esperando el desenlace. El rey de Navarra se encuentra a su lado.

Todo hacía presagiar que Felipe III de Navarra no podría evitar verse involucrado abiertamente en la guerra de los Cien Años junto al rey de Francia. Sin embargo no fue así y seguramente se debió a que poco tiempo después murió el rey de Navarra en Jerez en 1343 ayudando al rey de Castilla Alfonso XI “el Justiciero” en el sitio de Algeciras. La reina viuda Juana supo guardar a Navarra fuera del conflicto hasta su muerte en 1349 y con toda probabilidad el rey Philippe VI tendría un gran respeto por la persona que mejor representaba la línea directa de los Capetos de Francia. En cualquier caso los ingleses y franceses habían acordado una tregua precisamente en 1343 - el año del fallecimiento del rey de Navarra - y ésta fue seguida de la horrible epidemia de peste que asoló a Europa, llevándose a la propia reina Juana.

Juana II de Navarra
Saint Denis

A los primeros reyes Evreux les sobrevivieron 3 hijos varones y cinco hijas que más adelante tendremos la ocasión de encontrar durante el reinado del primogénito, el rey Carlos II.

Había ocurrido durante el reinado de Juana II y Felipe III que Alonso de la Cerda, hijo de don Fernando, se presentó en Navarra en 1331 para recabar amistad y ayuda de los reyes navarros en su pretensión al trono castellano. Declaró entonces en Navarra que las tierras de Guipúzcoa, Álava y Rioja pertenecían a los reyes de Navarra ya que el rey de Castilla las poseía injustamente y que las restituiría a Navarra si llegara a posesionarse en el trono de Castilla.