Capítulo 7 :   Navarra en el siglo X


2 el final de los Banu Qasi y la expansión del Reyno

En el año 905 llega al trono de Navarra Sancho I Garcés que inaugura la llamada “dinastía Jimena” y en muy poco tiempo cambia el rumbo del reino pamplonés. Finaliza entonces su época defensiva o de consolidación del reino, lanzándolo el nuevo rey abiertamente a la Reconquista con sus ahora aliados y cercanos parientes, los reyes de Asturias. Ello llevará a la muerte del muladí Lubb ibn Muhammad y estará entonces muy cercano el final del linaje Banu Qasi. Muere Lope de 38 años de edad el 30 de septiembre del año 907 en una de las varias emboscadas que le tienden los navarros de Sancho Garcés en la cuenca de Pamplona, probablemente en Astrain cerca del monte del Perdón.


Con esta muerte, los Tuchibíes se apoderan de numerosas plazas Banu Qasi en Aragón (Ejea, Monzón, Barbastro y otras), incluso “la Zuda” en Lérida. Zaragoza, siempre acosada, queda libre de los ataques y asedios de los ”renegados del Ebro”. Sancho I Garcés se dirige con rapidez al valle del Ebro tomando Resa, Cárcar y Calahorra.

Al hermano y sucesor de Lope, Abd Allah ibn Muhammad, le quedan todavía una buena parte de los territorios de la actual Rioja, la Ribera de Navarra y las comarcas de Borja y Tarazona.

Sancho I Garcés, que desde Resa (cerca de Balma, San Adrián) había conseguido cruzar el Ebro y dominar Calahorra, lanza una ofensiva en el año 914 hasta el río Alhama (“al-Hamma”) librando una batalla el 20 de marzo contra los Banu Qasi en su propio feudo familiar de Arnedo (“Arnit”). Éstos reaccionan reconquistando Calahorra el 15 de junio. Con la excepción de Arnedo y quizá Alfaro, las conquistas navarras en la orilla derecha del río Ebro no pudieron ser consolidadas y Calahorra permanecería en poder del Islam hasta su definitiva reconquista cristiana en el año 1045, por el rey navarro García III Sánchez “el de Nájera” (1020-1035-1054).

Sancho I Garcés también llevó sus tropas hacia tierras de Tudela en el verano del año 915 y en un enfrentamiento con Abd Allah ibn Muhammad en un monte de las Bardenas (“al-Bardi”) éste y su hijo Muhammad son tomados prisioneros el 20 julio de 915. Su hermano Mutarrif ibn Muhammad los libera del castillo de Valtierra en donde estaban cautivos a cambio de entregar a Sancho I Garcés, Falces y Caparroso. Además tiene que dejar en rehén a su hermana Urraca ibn Muhammad (la que diez años más tarde casaría con el rey Fruela II de León) y a su propio hijo Fortun ibn Mutarrif. Dos meses depués moría en Tudela Abd Allah ibn Muhammad quizá envenenado por Sancho I Garcés, según refieren algunas crónicas árabes.

El hermano Mutarrif y el hijo Muhammad del fallecido Abd Allah ibn Muhammad se disputan el liderato del linaje Banu Qasi. Según algunas crónicas Muhammad dio muerte a su tío Mutarrif el 1 de abril del año 916, arrebatándole Tudela y colideró la familia Qasi con su primo Muhammad ibn Lubb.

En el año 919 pierden el castillo de Mozón ante el ataque de Sancho I Garcés con su primo Bernard, el conde de Pallars y la ayuda de los Banu Tawil de Huesca.

El desenlace final de los Banu Qasi ocurre en el año 923 cuando Ordoño II de León (2) consigue sustraer Nájera a los Banu Qasi mientras Sancho I Garcés conquistaba Viguera haciendo prisionero a Muhammad ibn Abd Allah con otros miembros de la familia Qasi. Muhammad fue probablemente ejecutado ese mismo año por orden de Sancho I Garcés.

Después de Viguera Sancho Garcés prosigue su campaña de conquistas que llevó por el valle del Ebro hasta Tudela y llegando a adentrarse en el condado de Aragón, aunque no consiguió Calahorra.

"conquistó por Cantabria desde la ciudad de Nájera hasta Tudela
todos los castillos.
La tierra de Degio poseyó con sus fortalezas.
Sometió Arba y Pamplona a su jurisdicción.
Y tomó todo el territorio de Aragón con sus fortificaciones".

Esta expansión iba a ampliar considerablemente las fronteras del pequeño reino pirenaico y reforzaría una unión con Aragón que por diversas circunstancias que se exponen más adelante continuaría hasta el año 1134.

El emir Abderramán III organiza entonces la conocida “campaña de Pamplona” llegando en primer lugar a Tudela a comienzos del mes de julio del año 924. Tras el castigo que infligió a Pamplona volvió a Tudela recuperándola y destituyó a los últimos miembros del linaje Qasi llevándolos a Córdoba. Puso entonces en el gobierno de Tudela al que era gobernador de Zaragoza, el Tuchibí Abu Yahya Muhammad ibn Abd al-Rahman, cuya familia conservaría el poder en Tudela durante más de un siglo.

Cuando Sancho I Garcés muere en el año 925, Navarra - ahora con los territorios riojanos arrebatados al Islam - había empezado a tomar importancia en el campo cristiano de la reconquista y su alianza con el reino de León era muy estrecha y prestigiaba a Navarra. Su hijo García I Sánchez le sucede en el trono pero es de muy corta edad asegurando una regencia, primero el hermano del fallecido rey Jimeno Garcés (925-931) y luego su viuda Toda Aznárez (931-934).