Capítulo 21 : El Príncipe de Viana
1. un príncipe “de artes, no de guerra”
2. un príncipe, de paciente a rebelde
3. un príncipe - rey de derecho - en las islas del Mediterráneo
4. rumbo al condado de Barcelona
5. don Carlos aclamado vuelve a prisión
6. muere don Carlos
7. los catalanes añoran a don Carlos y rechazan a don Juan
8. los catalanes en busca de un Señor
9. Castilla, Francia y Aragón deciden por Navarra
6 muere don Carlos
En las fechas de su arresto en Lérida - el 2 de diciembre de 1461 - don Carlos se encontraba cada vez más débil, realizando por entonces una peregrinación al Monasterio de Montserrat. Cuando lo conducen prisionero al castillo de Morella “llega muy fatigado del viaje”. Pide allí que le traigan un médico por “sufrir un fuerte dolor en las entrañas”.
Los historiadores mencionan que “hacía tiempo que la fiebre le consumía”. Tenía períodos de calma pero de pronto se agudizaba el dolor y cada vez estaba más desmejorado. Se dijeron misas para su restablecimiento, pero en septiembre de 1461 presentía estar próximo su fin. Algunos consejeros le piden entonces casar con Brianda Vaca, legitimando así a su hijo natural Felipe, lo que don Carlos no quiso hacer.
La fiebre se hizo crítica el 21 de septiembre.
“cuantos le rodeaban veían que Don Carlos estaba ya muy enfermo
y que pese a los cuidados que le prodigaban,
la enfermedad que padecía seguía su curso inexorable...”.
Se ofrecieron votos, se hicieron rogativas públicas, pero todo fue inútil. El 23 de septiembre de 1461 don Carlos de Viana moría a los 40 años de edad en el Palacio Real de Barcelona pidiendo perdón a su padre por haber levantado armas contra él.
La versión oficial atribuyó su muerte a la tuberculosis, aunque circuló el rumor de que había sido envenenado, posiblemente por intención de su madrastra para poder transmitir sin obstáculo a su hijo Fernando los derechos de la Corona de Aragón (14).
Más de quince mil personas asistieron a las exequias en las que estuvo presente en lugar preferente su hijo Felipe de tres años de edad. La capilla ardiente fue instalada en la catedral de Barcelona donde fue enterrado, siendo trasladado en 1472 al monasterio de Poblet (15).
Don Carlos había redactado el mismo día de su muerte un testamento que dejaba sin valor el ológrafo que había suscrito el 20 de abril de 1453, al salir de su primera prisión tras la batalla de Aibar. En su último testamento, tras legar a su padre 1.000 florines (que se los debía pagar su hermana Blanca) y a su hermana la infanta Blanca el Reyno de Navarra, deja el resto de la herencia que le corresponde por su madre a sus tres hijos naturales, Felipe conde de Beaufort hijo de Brianda, Ana “la señorica”, hija de María de Armendáriz y Juan Alfonso, hijo de la siciliana Cappa. Nada menciona este testamento del pretendido hijo habido con Margalida Colom.
Antes de volver a Navarra para seguir los acontecimientos tras la muerte de don Carlos, tiene interés ver cómo se desarrollan éstos en el Principado catalán ya que éste será escenario de intrigas y alianzas internaciones que habrá que conocer para mejor comprender la postura más tarde de los reyes de Aragón, de Castilla y de Francia respecto a Navarra.