(1) Abul Abbas se había rebelado en Bagdad contra los Omeyas consiguiendo exterminar a todos los miembros de la familia, menos a Abderramán

que consiguió escapar y llegó al norte de África donde hizo contacto con sus parientes de Al-Andalus y clientes sirios que allí tenía. Con la ayuda de ellos Abderramán I declaró el emirato independiente (756-929), aunque vagamente reconocía la autoridad religiosa del califato de Damasco. Fue realmente el fundador del “estado islámico español” profesionalizando el ejército, orientalizando la corte y logrando que los cargos cortesanos pasaran a manos de sus parientes omeyas, también huidos como él de Damasco. Con ello creció la intransigencia religiosa y fue el comienzo de numerosas sublevaciones, tanto de muladíes (“la jornada del foso” de Toledo en el año 797) como del pueblo de Córdoba (las crucifixiones del 818 en los arrabales de Córdoba).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(2) ver más detalles en el capítulo 5 relativo a los Banu Qasi.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(3) por el cronicón "De laude Pampilone epistola" del Códice de Roda, según publicó Lacarra, sabemos que su recinto amurallado, de 63 pies de espesor, 84 de altura y 1.000 "diextras" de perímetro, estaba jalonado por 77 torreones. Estos pueden observarse en los mosaicos que se conservan en el Museo de Navarra, situado precisamente en las actuales murallas de Pamplona.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(4) el país de los cerretanos es el Aragón pirenaico y Sobrarbe