(1) importante arabista francés (1894-1956) nacido en Argel y catedrático de la Universidad de esa ciudad y de la Sorbona en París, fue un destacado estudioso de la historia hispano árabe. Descubrió manuscritos de un gran valor para estudiar la historia de España. Escribió en 1944 una “ Historia de la España Musulmana”.
(2) los historiadores han mantenido numerosas controversias y han tenido dificultad para determinar el verdadero origen de la preparación del levantamiento de los pamploneses en el 799. Fray Justo Pérez de Urbel piensa que el levantamiento fué preparado más allá del Pirineo y en provecho de Carlomagno. Lévy-Provenzal opina que el rey de Oviedo Alfonso II estuvo detrás del levantamiento y consiguió que Pamplona quedara bajo la autoridad de un señor vascón (que más tarde consideró gascón) llamado Velasco, a quien Lévi-Provenzal identifica con el embajador Basiliscus que Alfonso II de Asturias había enviado a Carlomagno en el año 797. Sánchez Albornoz ha observado situaciones contradictorias en ambas hipótesis y cree que la rebelión del 799 resultó en una toma del poder por una familia autóctona, los Iñigos vascones. De lo contrario, no se comprendería el hecho de que Pamplona volviera a la obediencia a Carlomagno en el 806.
(3) en árabe "Çakhrat K'ays" que unos identifican con la Peña de Echauri (Lacarra); otros con una fortaleza situada en Araceli (Aracilus) - Huarte Araquil - (Lévi-Provenzal) y otros como Cañada con una fortaleza situada en Gaztelu en el monte de Osquía; y que creemos no debe rechazarse a priori que bien pudo haber sido la fortaleza de Arnedo excavada en la roca, que aún aparece majestuosa y seguramente fue el feudo familiar de los Banu Qasi. Y si hay que hacer caso a los cronistas árabes y aceptar que la “Roca de Qays” debía encontrarse en el paso del río Arga - como se cita -, no hubiera hecho falta llevar al prisionero de Tudela hasta Huarte Araquil (que tampoco está al borde del Arga) o a Echauri. Mucho más cerca, en territorio fronterizo Banu Qasi, cerca de la desembocadura del río Arga (y Aragón ya unidos) en el Ebro, debió existir una fortaleza estratégicamente situada en lo que hoy conocemos como Milagro (Miraglo), fortaleza a la que los cronistas árabes se habían referido como al-Kastill según Lévy-Provençal cuando el príncipe navarro Fortún fue tomado prisionero en el año 860. Sería éste el castillo que más tarde reconstruiría el rey de Aragón y Navarra Pedro I a finales del siglo XI y del que todavía hoy día se ven unas ruinas que los locales siguen llamando “la peña”.
Pudo también haber sido en esta peña de Milagro donde fue custodiado el gobernador de Tudela Yusuf ibn Amrús cuando fue hecho prisionero por los Banu Qasi en el año 803. Los musulmanes llamaron “Sajrat Qays” al lugar de la custodia. “Sajrat” quiere decir “una roca o peñasco natural y fortificado de difícil acceso y conquista”. Qays, entre otras acepciones, indica un núcleo habitado o un accidente geográfico.
Tras el fratricidio-regicidio de Peñalén en 1076, en que fue despeñado el rey de los pamploneses Sancho IV (1039-1035-1076), su hermano fratricida Ramón se habría refugiado en este muy cercano castillo de Milagro (unos 4-5 kilómetros), en aquel tiempo bajo el dominio del rey Al-Muqtadir, de la importante taifa de Zaragoza, con el que el propio Sancho IV había mantenido cordiales relaciones.
Los vestigios que en la actualidad subsisten del antiguo castillo están situados en una elevación que domina el pueblo, siendo por dos de sus lados prácticamente inaccesible, ya que se hallan situados en un escarpe de unos 60 metros sobre el río que cercanamente aguas arriba - en Funes - ha recibido las aguas de los ríos Arga y Aragón.
la "peña" de Milagro
(4) ningún texto latino o arábigo nos dice de quién era hijo Iñigo Jiménez, el que casó con la llamada Onneca, viuda de Musa ibn Fortun. Pudiera ser hijo o nieto de “Jimeno el Fuerte” a quien hacen alusión las crónicas árabes.
(5) la viuda de Musa engendró al menos dos hijos de su segundo matrimonio: Iñigo Iñiguez (Íñigo Arista, primer rey de los pamploneses), muerto paralítico en el año 851 y Fortún, muerto en batalla en el 843, siendo éste el "mejor caballero de Pamplona y más terrible enemigo del Islam”, según refieren las crónicas árabes. También es común entre los historiadores invertir el orden de los matrimonios, el primero de Onneca con el cristiano y el segundo con el muladí.
(6) Musá ibn Musá, hermano uterino de Iñigo Arista y nacido del primer matrimonio islámico de su madre Onneca, toma por esposa a Assona hacia el año 820, una hija de su medio hermano Iñigo Arista. De modo que tenemos un hermano mayor uterino (Musa) convertido en yerno de su propio hermano menor uterino (Iñigo). ¿O sería Assona la hermana de Iñigo Arista más que su hija?. En cualquier caso, lo que importa es que los lazos familiares entre las dos familias serán ahora muy estrechos y no serían las diferentes religiones que practicaban causa de distanciamiento.
(7) García el Malo era hijo de Galindo Belascotenes, éste último depuesto de su autoridad en el territorio cerretano de Aragón por Carlomagno.
El Emperador nombró en su lugar al conde Aznar I Galindo que era conde de Gascuña. Una hija de éste - Matrona - casó precisamente con García el Malo, pero tras ser repudiada, volvió éste a casar con una hija - Nunilo Iñiguez - del primer rey de los pamploneses, Iñigo Arista. García el Malo había matado a Centulo, hermano de Matrona y esto fue la causa de la separación de García y Matrona. Expulsó entonces García el Malo del primitivo condado de Aragón, hacia el año 820, a su ex-suegro Aznar Galindo y se hizo con el pequeño condado aragonés. Aznar Galindo huye entonces a Francia donde Ludovico Pío le nombra conde de Urgel-Pallárs, usurpando al parecer - hacia los años 833-834 - las tierras de Pallárs y Ribagorza a los condes de Toulouse hasta su retorno a estos últimos condes el año 848.
Desde entonces, la alianza de los ahora todos parientes, Arista, García el Malo y Banu Qasi, controla un importante territorio en buena armonía con el emir de Córdoba, lo que habría provocado la hostilidad de Ludovico Pío y explicaría quizá la segunda batalla de Roncesvalles del 824.
(8) los reyes navarros habían detentado tradicionalmente el título de "rex Pampilonensium", “rey de los pamploneses” o “rex in Pampilona” aunque los historiadores hablan normalmente del "reino de Pamplona". No es hasta Sancho VI el Sabio (1132-1150-1194) cuando en el año 1162 cambia el título de "rex Pampilonensium" por el de "rex Navarrae" tras las frustraciones acaecidas con el Pontífice de Roma a la muerte de Alfonso el Batallador (1134), como se explica más adelante. |