SANTUARIO SAN MIGUEL de ARALAR


Huarte-Araquil

 


retablo frontal de Aralar

 

Elaborado probablemente en la segunda mitad del siglo XII (1175-1185), cuando Sancho VI el Sabio patrocina en Navarra numerosas iniciativas artísticas en estrecha colaboración con el obispo de Pamplona, Pedro de Artajona "el Parisino".

El retablo de esmaltes y cristal de roca es uno de los más bellos ejemplos artísticos del medievo. Intervinieron probablemente dos artistas, uno burgalés-riojano, el otro limosino. Sus medidas son 2 metros de longitud por 1,14 metros de altura.

En la parte inferior hay una lectura que dice:

" Este precioso Retablo de Láminas de metal dorado y Esmaltado con su Ymagen de la Virgen del Sagrario de la Cathedral de Pamplona, a que es anexo este Santuario de San Miguel, e tubo antiguamente en la obscuridad de su Capilla, de donde se sacó, se limpió en Pamplona, y para que su vista mueba a deuocion, fue colocado assi en esta Capilla maior, en el año 1765"

La calidad de los esmaltes, el tono y la ejecución recuerdan al silense y llegó a pensarse que procedía de Silos o de Limoges.

En el año 1979 unos ladrones despiezaron el retablo destruyendo buena parte del armazón metálico. Las piezas se fueron recuperando poco a poco encontrándose el retablo en el Museo de Navarra en Pamplona.

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el austero santuario prerrománico data del siglo IX y en su configuración actual de tres naves corresponde
a reconstrucciones sobre un primitivo templo carolingio.

 

imagen relicario “lignum crucis”

plata sobredorada
siglo XVIII
 







santuario San Miguel de Aralar

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Se localiza en lo alto del monte Aralar, en el término municipal de Huarte-Araquil.

Los orígenes son desconocidos, habiéndose reconocido restos prerrománicos, carolingios del siglo IX, en la parte inferior del ábside mayor y ventanas de herradura en el mismo. Sin embargo, la primera mención documental es del tiempo de Sancho III el Mayor (1032). Durante la segunda mitad del siglo XI el santuario recibe varias donaciones reales.

La consagración de una iglesia románica ocurrió en 1074, en tiempos de Sancho IV el de Peñalén (1054-1076), ocurriendo otra solemne consagración en 1098. En 1125 aparece el primer abad en el santuario lo que habría representado la separación del vecino monasterio de Zamarce. La dedicación del templo tuvo lugar en 1141 en tiempos de García Ramírez el Restaurador y sería alrededor de esta fecha cuando se amplió el primitivo templo románico del siglo XI.

La leyenda de Teodosio de Goñi se mezcla con la historia en San Miguel de Aralar, lo que popularizó Navarro Villoslada. Los orígenes de San Miguel de Aralar son muy antiguos como otros dedicados al arcángel a raíz de la aparición de San Miguel en el monte Gárgano (Manfredonia) en el siglo IV y cuya devoción impulsó Carlomagno sustituyendo a otros cultos paganos.

La iglesia presenta planta de tres naves - muy estrechas las laterales - de cuatro tramos, más una cabecera triple formada por un ábside mayor ultra circular en el interior y poligonal al exterior y dos ábsides menores poco profundos. Esta cabecera conservaría planta y restos del santuario carolingio. En el tercer tramo de la nave central se sitúa la capilla cubierta con tejadillo a dos aguas, de finales del siglo XII. Las cubiertas son de algo más de cuarto de esfera en el ábside central y de horno simple en los laterales. Sobre el primer tramo de la nave central monta un cimborrio de ladrillo producto de la última restauración de 1969-1973. El resto de la nave está cubierta por bóveda de medio cañón rebajado. Las naves laterales están cubiertas con cañones.

El último tramo de la iglesia comunica con el nártex mediante tres puertas de arco de medio punto, la central más grande flanqueada por columnas. Las puertas se cierran con rejas. El nártex románico es como otro tramo en sentido transversal y se abre en un extremo al tránsito lateral mediante una portada abocinada por cuatro arquivoltas de sección cuadrada. El tránsito se cubre de madera y se accede desde el exterior por una pequeña puerta apuntada contigua al ábside.

Al exterior, tres ábsides dan muestra de los desniveles. El de la Epístola es de mayor altura que el del Evangelio, siendo el central de forma poligonal.

Preside el presbiterio un frontal de esmaltes románico que es pieza cumbre de la esmaltería europea. Se conservó en la capilla interior del Santuario hasta 1765, año en que pasó al actual frontal. Fue objeto de robo de los esmaltes en 1979, habiéndose recuperado en gran parte.

Preside la Capilla interior la efigie de San Miguel "in Excelsis". Se trata de una figura de alma de madera revestida de plata en Pamplona en 1756. Se desconoce la antigüedad de la imagen de madera que ya en 1620 fue robada y recuperada.

En la sacristía se encuentra un armario rococó de la segunda mitad del siglo XVIII. Entre otras imágenes, se conserva un San Miguel en alabastro policromado, renacentista, del segundo tercio del siglo XVI.

Conserva también la sacristía algunas piezas de orfebrería: dos cálices de plata sobredorada del siglo XVIII; un incensario y una naveta, ambos de plata, neoclásicos del siglo XIX; un ostensorio de plata sobredorada, barroco del siglo XVIII; un relicario barroco tipo ostensorio de plata, del siglo XVIII; y otro relicario de plata del siglo XIX, también de tipo ostensorio.