CASTILLO de JAVIER


Navarra


Castillo cercano a la villa de Sangüesa , es la casa natal de San Francisco Javier, patrono de Navarra.

Se localiza cerca de la frontera entre Navarra y Aragón. Los primeros documentos que hablan de la existencia del castillo datan del año 1217, aunque debió existir un torreón más antiguo del siglo X o anterior, como bastión que vigilaba el cercano territorio de los Banu Qasi que comenzaba en las tierras situadas a partir del río Onsella.

La primera época del castillo es militar y constaba de los siguientes elementos:

  • torre de vigilancia de gran altura que constituye el núcleo más antiguo del castillo, conocida como Torre del Homenaje, Torre de San Miguel o la Torraza. Muestra soluciones constructivas prerrománicas, como más tarde del siglo X. La renovación llevada a cabo en los dos últimos años ha descubierto la roca donde se levantó el castillo, justo en la base de la Torre del Homenaje.

  • fortaleza con un amplio sistema de defensa. Se conoce como la Torre de Undués, dotada con saeteras y matacanes. Las almenas y las rondas hacían de este castillo un bastión importante en las luchas fronterizas. Junto a estas torres se levantaba un conjunto de murallas exteriores y un sistema de dos entradas con puentes levadizos que hacían inexpugnable la fortaleza.

  • palacio denominado «viejo», bodegas, graneros y cuadras para el ganado, de tal manera que se pudiera mantener a un piquete de soldados en el lugar.

  • el castillo documentado en 1217 contaba con una pequeña torre que hacía las veces de capilla, hoy denominada la Torre o Capilla del Cristo, de igual cronología que la Torre del Homenaje.

Sería más tarde cuando pudo alcanzar importancia estratégica respecto a la frontera de Aragón desde mediados del siglo XII. 

 

La segunda época del castillo tiene lugar a finales del siglo XV. El 7 de abril de 1506 nace en el castillo Francisco, quinto hijo de Juan de Jaso y Atondo y de María de Azpilcueta y Aznárez de Sada. El señorío de Javier pertenecía a la familia materna del Santo. Juan de Jaso es quien construye un palacio para la vivienda de su familia junto a la capilla gótica del Cristo, el denominado palacio «nuevo», que estaría ubicado en el lugar de la actual basílica.

La tercera época está marcada con el signo de la destrucción. El cardenal Cisneros ordena en 1516 desarmar o derribar todas las fortalezas que pudieran alentar insurrecciones para reinstalar la dinastía legítima de los Foix-Grailly. El castillo sufre daños de gran escala que habría presenciado Francisco, que tenía entonces diez años. Las murallas exteriores fueron derribadas, las torres desmochadas, las fosas rellenadas, inutilizándose las saeteras y los matacanes. Al ser desarmado, el castillo perdió su carácter de fortaleza militar.

capilla del Cristo en el castillo

La propiedad del castillo y poblado de Javier pasó a ser propiedad de los duques de Villahermosa por línea de sangre del rey Juan II de Aragón. Es regentado por los PP. Jesuitas.

En 1892 se inicia su primera restauración para devolver al conjunto su aspecto de fortaleza, por patrocinio de su propietaria la XV duquesa de Villahermosa, época en que se construye la actual Basílica que sustituye a una anterior y en 1952 una segunda restauración que descubrió los fosos y las murallas exteriores. Se restauran entonces las torres, fosas, murallas exteriores y demás elementos de defensa. Para entonces la sala de capellanes y la sala grande ya estaban convertidas en museo y contaban con la Capilla del Cristo que conserva el Cristo de la Sonrisa, obra del siglo XV. La pequeña capilla está adornada con los frescos de la Danza de la Muerte.

Recientemente (2003-2006) se han llevado a cabo obras de restauración para acondicionar el conjunto en ocasión del V centenario del nacimiento del Santo, recuperandose el camino de ronda del castillo y la capilla de San Miguel, al pie de la torre del homenaje, que fue el primer baluarte de la fortaleza.