Existe una variedad del guipuzcoano que Bonaparte denominó “guipuzcoano de Navarra” que se habla principalmente en el valle de la Burunda. Parece haber unanimidad sobre la existencia de un “límite lingüístico” entre Echarri y Bacaicoa. A partir de este pueblo, los demás del valle (Ciordia, Olazagutía, Alsasua, Urdiain, Iturmendi) también hablan esta variedad. Y ocurre también en el valle de Ergoyena (Lizarraga, Torrano, Unanua) y Echarri-Aranaz. La situación de su uso y vitalidad varía mucho de un pueblo a otro en la Burunda, mientras que se encuentra muy viva en Ergoyena. En Ciordia, Olazagutía y Alsasua prácticamente ha desaparecido.