Nota 11.2
Los reyes navarros habían detentado tradicionalmente el título de "rex pampilonesium", ”rey de los pamploneses”, aunque los historiadores suelen referirse con menor rigor al "reino de Pamplona". La dinastía navarro-aragonesa (1076-1134), por Sancho I Ramírez (1042-1063-1076-1094), había entablado en Roma (1068 y 1071) una firme alianza y relación privilegiada con el pontífice Alejandro II, otorgando a éste una subordinación vasallática. Cuando a la muerte del rey de Aragón y de Navarra, Alfonso I el Batallador (1134), los navarros y aragoneses desobedecen su testamento de Bayona (que otorgaba los reinos de Aragón y de Navarra a las Órdenes Militares), el papado niega formalmente el título de "rex" a la dinastía navarra restaurada por García V Ramírez el Restaurador (1110-1134-1150). Roma califica entonces al rey de los pamploneses "dux" o jefe militar. Su hijo Sancho VI el Sabio (1132-1150-1194) cambia en el año 1162 el título de "rex pampilonesium" por el de "rex Navarrae", que Roma aún tardará al menos treinta años en aceptar formalmente.