Nota 10.4
En los siglos X y XI los reyes navarros hicieron numerosas donaciones que redundarían en un gran desarrollo cultural. En el año 1027, Sancho el Mayor dona a la sede de Pamplona los monasterios de Oña y de Berceo. El monasterio de San Millán de la Cogolla había recibido en el año 947 el de San Esteban de Salcedo y absorbería los de San Salvador de Oña en el año 1011 y el de San Felices de Oca en el 1049.
El monasterio de San Salvador de Oña había sido fundado dúplice (vivían en él monjas y monjes) en usanza visigótica, en el año 1011, por el suegro de Sancho el Mayor, el conde de Castilla Sancho García. La leyenda dice que la fundación del monasterio fue como obra de arrepentimiento por haber dado muerte a su madre la condesa castellana Mioña quien, a su vez, había tratado de envenenar a su hijo para que éste no le impidiera casar en segundas nupcias con un rey moro.