Nota 10.3

El convento de Cluny, a orillas del río Grosne en el departamento francés del Saona y Loira, data del año 910 y su origen se debe al duque Guillermo de Aquitania. Allí se estableció una perfecta disciplina monástica, en observancia de la regla de San Benito y consiguió unir y reformar la mayoría de los monasterios de Europa, lo que se había intentado desde el concilio de Aquisgrán en el año 817, en la época de Ludovico Pío. Cuando San Odilón fue elegido abad de Cluny en el año 994, eran ya 177 conventos los que reunía Cluny. Su sucesor, el abad San Hugo I el Magno (1048-1109) logró reunir cerca de 2.000 monasterios observantes de su reforma, lo que da una idea del influjo y seguimiento que en toda Europa tuvo la reforma cluniacense.