Nota 10.2

No pocos escritores nacionalistas-separatistas vascos, a la par que ensalzan la figura de este Rey - que llaman vascón - por la trascendencia histórica que tuvo, le denigran y califican de traidor por no haberse fijado como objetivo el desarrollo de un auténtico “estado vascón”, adornado éste con todos los mitos planteados desde la época de Sabino Arana. “Pudo haber existido un estado vasco si Sancho el Mayor hubiera tenido más visión (...)” “si no hubiera pasado al nuevo reino de Aragón sus territorios vascones...” .

Lo que constituye una vergonzosa tergiversación de lo que debe representar el estudio de la historia. Estos escritores han creído seguir al pie de la letra lo que dijo Gregorio Marañón, “La historia no se hace solo con datos, sino con interpretaciones”. En este caso, lamentablemente, no se trata de “interpretaciones” sino de simples y pueriles ansias de imposible recreación histórica, que tanto indignó a Caro Baroja hasta el punto de abandonar disgustado la Universidad del País Vasco. El que, en su tiempo, se le hubiera calificado “Rey de las Españas”, carente de sentido particularista vasco, frustró a los nacionalistas-separatistas de hoy. Además, el apoyo decidido que otorga este rey a las nacientes lenguas románicas, en detrimento de las hablas vascuence, llega a irritar a los desmedidos vascófilos. Que Sancho el Mayor se refiriera a los reyes godos Witiza y Rodrigo como “nuestros predecesores y antepasados” también indignó a los separatistas vascos.