Nota 10.1

Sancho III Garcés el Mayor (990-1004-1035), casado en el año 1011 con Munia, hija mayor del conde de Castilla Sancho García (nieto éste del primer conde soberano castellano, Fernán González), en la época, heredero del condado de Castilla, consiguió que a la muerte de éste (1017) y teniendo solamente ocho años su hijo y heredero García, hermano de la reina Munia de Navarra, fuera nombrado tutor del joven conde de Castilla.

Castilla buscó entonces en el rey de Navarra una relación probablemente vasallática para preservarla de la codicia del rey de León, Alonso V que, desde el tiempo de su padre Bermudo II, había reunido las coronas de Galicia y León. El rey Alonso era a su vez hijo de Elvira, hermana de Sancho el Mayor. El rey de Navarra era así, al mismo tiempo, cuñado del joven conde de Castilla, don García, y tío del rey de León, don Alonso. Relacionarse con la estirpe más antigua leonesa prestigiaba al rey navarro.

Muerto el rey leonés Alonso V en 1028 en la guerra contra los moros de Portugal, le sucede su hijo Bermudo III de corta edad. Sancho el Mayor pretende entonces un arreglo entre el reino de León y el condado de Castilla organizando el casamiento de su joven cuñado el conde de Castilla, don García, con su sobrina-nieta la infanta de León doña Sancha, hermana del rey Bermudo III. Cuando el novio castellano se dirige a la iglesia de San Juan de León, su comitiva es asaltada por los hijos de un conde castellano desafecto, Vela, que dan muerte al novio, el joven conde de Castilla. Al no haber descendientes varones de Sancho García, Sancho el Mayor pasa a heredar el condado de Castilla, por su esposa Munia, hermana del infante asesinado.

Sancho el Mayor siempre sospechó que la muerte de su cuñado el conde de Castilla había sido inspirada por los leoneses, aunque instrumentada por los hijos de un conde castellano exilado de su tierra. Por ello, Sancho el Mayor declara la guerra a los leoneses y conquista su territorio, relegando al rey Bermudo III a su territorio de Galicia. Su hermana doña Sancha, esposa prometida del malogrado último conde de Castilla, casa entonces con Fernando, segundo hijo legítimo de Sancho el Mayor. A la muerte de éste en 1035, Fernando se nombraría a partir de la batalla de Atapuerca en 1054 el primer rey de Castilla y, tras la muerte sin descendencia de su cuñado Bermudo III en 1037, pasa a ser heredero, por su mujer doña Sancha, del reino de León.