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OLITE


merindad de Olite


Navarra

Haute-Navarre


Escudo de Olite.svg

Olite





Rectángulo redondeado: su colaboración


iglesia San Pedro
iglesia Santa María
convento San Francisco
convento Santa Engracia de las Clarisas
ermita Santa Brígida
cementerio

iglesia San Pedro
Olite
merindad de Olite
Navarra

 


Construcción iniciada en la segunda mitad del siglo XII, posiblemente bajo los auspicios de los monjes de Montearagón, ofrece una edificación heterogénea fruto de las distintas obras llevadas a cabo a lo largo de los siglos. Posiblemente sustituyó a una iglesia anterior bajo la advocación de San Felices, donada en 1093 por el rey de Aragón y de Navarra Sancho I Ramírez (1042-1063-1076-1094) al monasterio de Montearagón. Se trata fundamentalmente de un templo románico tardío y protogótico, ampliado entre 1700 y 1708. La primera construcción abarcaba la mitad de la iglesia actual. Sus tres naves quedaban reducidas a dos tramos y tras ellas seguía un crucero con brazos y una triple cabecera en correspondencia con las naves, que fue demolida para poder ampliar el templo en el siglo XVIII.

En esta ampliación, demolida la antigua cabecera, se prolongaron las naves con dos tramos más, correspondiendo el último de ellos al crucero.

Presenta en la actualidad planta de tres naves - de mayor anchura y altura la central - de tres tramos, más crucero y cabecera recta. Todas las naves, así como el crucero y sus brazos, reciben bóvedas de crucería reforzadas por potentes nervios en la parte correspondiente a los tramos de construcción protogótica. El tercer tramo del siglo XVIII recibe una bóveda de arista, volteando en el crucero una media naranja sobre pechinas. La cabecera recibe una bóveda de medio cañón con lunetos. Un tramo corto de bóveda de medio cañón apuntado sirve de enlace entre la nave y la fachada principal. En el lado de la Epístola, bajo la Torre Alta, se ubica la capilla de la Virgen del Campanal, de época protogótica, cubierta con bóveda de crucería. Los ventanales de la nave central son plenamente góticos, del siglo XIII bien avanzado. El muro de los pies, bajo arco apuntado, se abre en un gran rosetón de 12 trilóbulos. En el siglo XIV se construyó un coro alto a los pies de la nave central, aprovechando los pilares correspondientes a este tramo. Es gótica tardía del siglo XVI la capilla del Santo Cristo, situada junto a la capilla de la Virgen del Campanal, cubriéndose con una bóveda de terceletes compuesta por nervios de sección mixtilínea que se cruzan en claves decoradas. Existe en un muro lateral de esta capilla un óculo con tracería flamígera. La sacristía es también del siglo XVI y queda adosada junto al crucero barroco por el lado del Evangelio.


exteriores:

 


"torre alta"


conjunto con "torre alta" y
torre de sillería medieval


"torre alta"
y cuerpo de la escalera

 

 


"torre alta" con flecha gótica
y torre medieval cubierta a dos aguas

2


fachada principal
a los pies de la iglesia

 

 


tímpano de portada
románica principal


portada románica
y rosetón


rosetón de 12 trilóbulos
en muro hastial

 

 


capiteles de
portada principal


águila en
portada principal


antigua portada medieval de hacia 1200 de
arco de medio punto con doble arquivolta

 


portada románica de arco de medio punto abocinado en 6 arquivoltas

"torre alta" restaurada
2013



Al exterior, sólidos muros de sillería tanto en la obra medieval como en la barroca, con recrecimiento de ladrillo en esta última época. Una gran parte de la obra medieval queda oculta por una serie de edificaciones anejas. La fachada principal queda emplazada a los pies de la iglesia. El primer nivel con la portada debió levantarse a finales del siglo XII, ajustándose a un estilo románico tardío. Se trata de un arco de medio punto que abocina en seis arquivoltas que incluyen ajadrezado, hojarasca con piñas y motivos vegetales envueltos en roleos. Encima de los capiteles corre una línea de imposta, en la que se repiten los motivos decorativos de las arquivoltas con florones entre largos tallos en la parte de la izquierda y hojarasca en roleos en la zona de la derecha. El tímpano se enmarca por una orla románica, aunque pertenece a una reforma gótica del siglo XIII, época en que se completa la fachada y su ornato. Bajo tres arquillos trilobulados quedan alojadas otras tantas figuras, identificándose como principal a San Pedro, y siendo las laterales, quizá, San Andrés y Santiago. Encuadran este grupo dos ángeles arrodillados, sin cabeza. En el dintel aparece un relieve corrido de cuidada labra en el que se narran diversos episodios de la vida de San Pedro. La mitad superior de la fachada fue erigida en fechas avanzadas del siglo XIII. Sobre el friso de la época gótica se levanta el gran rosetón gótico que culmina la fachada, inscrito en un arco apuntado.

Integrada en esta fachada, por el lado del Evangelio, se alza una sólida torre de sillería, perteneciente a la obra medieval del templo. En el lado contrario de la fachada existe un pórtico barroco del siglo XVIII, prolongado por buena parte del muro del lado de la Epístola. Desde él se accede al templo a través de una antigua portada medieval, de hacia 1200. Se trata de un arco de medio punto con doble arquivolta lisa. A continuación de este pórtico y a la altura del crucero se encuentra la llamada Torre Alta, obra contemporánea de la cabecera medieval. Como coronamiento de la torre se alza una airosa flecha, que se debe a obras góticas del siglo XIV.


claustro:

El conjunto se completa con el claustro que se adosa a la obra medieval por el lado del Evangelio, construido hacia mediados del siglo XIII.

 


claustro
s. XIII


claustro


capiteles
del claustro

 

 

Preside el presbiterio un retablo mayor en estilo barroco temprano, que debió terminarse hacia 1681. El nicho central está reservado a una talla de San Pedro en cátedra de la época del retablo, mientras que el resto de las cajas lucen pinturas sobre lienzo, posiblemente de Vicente Berdusán o de su taller, de hacia 1681-1683. En los paneles laterales se localizan San Fermín y San Francisco Javier. El segundo cuerpo lo preside un gran lienzo de la Inmaculada Concepción, de la época del retablo, flanqueada por San Pablo y San José con el Niño. En el ático, un Calvario entre ángeles. A los muros laterales del presbiterio se adosan varias sillas procedentes del coro, fechadas en 1718. Sobre ellas cuelgan dos lienzos de gran tamaño, con bellos marcos barrocos, uno tenebrista de San Pedro Nolasco de mediados del siglo XVII y el otro con Santa Catalina y Santa Inés, del último tercio del siglo XVII. Enriquece el presbiterio una mesa de altar rococó de rica decoración.

En el lado del Evangelio se localizan los retablos de San Pascual Bailón (muro frontal del crucero, originalmente dedicado a San Andrés, rococó, del último tercio del s. XVIII. La imagen titular es moderna y la flanquean dos tallas del s. XVIII de Santa Lucía y Santa Bárbara, siendo el santo obispo del ático de la misma centuria); y de los Santos Juanes (muro extremo del crucero, ejecutado con traza neoclásica en 1862. En el banco, unos relieves ovales que representan los martirios de los titulares, centrando un pequeño armario donde se guarda una maqueta de San Pedro del Vaticano que se utiliza como relicario. En la hornacina principal se alojan las tallas de San Juan Bautista y San Juan Evangelista, acompañadas por otras de San Bartolomé y San Cirilo. Pueblan el ático cuatro ángeles). A los pies de la nave se localiza una talla gótica de gran calidad de Santiago, obra del siglo XV, de origen borgoñón. Desluce de la escultura su policromía barroca a base de ocres y negros. A continuación se encuentran 6 asientos de la sillería barroca del coro, fechables en la primera mitad del siglo XVIII, que se acompañan con un facistol del siglo XIX con aparatoso pie. Sigue la puerta del claustro de la segunda mitad del siglo XVIII.

En el lado de la Epístola, los retablos de la Virgen de Fátima (muro frontal del brazo del crucero, originalmente bajo la advocación de Santiago, que forma pareja con el de San Pascual Bailón, con tallas del s. XVIII de San Isidro Labrador y San Antón de las calles laterales y la de San Miguel del ático); de la Virgen del Rosario (muro extremo del brazo del crucero, barroco, de la primera mitad del s. XVIII, con los relieves de Santo Domingo y San Francisco de Asís de medio cuerpo en el banco. La hornacina central alberga una imagen de candelero de la Virgen que data del s. XIX, flanqueada por una imagen moderna de San José y por una talla barroca de San Andrés, contemporánea del retablo).

La capilla del Santo Cristo alberga un Crucificado del siglo XVII que desmerece por recientes arreglos y repintes. Se decora la capilla con un lienzo de los Santos Juanes, del último tercio del siglo XVII, pintura próxima al arte de Berdusán. La siguiente capilla de la Virgen del Campanal se localiza bajo la torre. Guarda una talla gótica de la Virgen sedente con el Niño del siglo XIV, con policromía del XVI. Esta capilla fue decorada con pinturas murales góticas del siglo XIV ( h. 1333) que actualmente se conservan en el Museo de Navarra en Pamplona. Están consideradas como las obras más importantes de pintura mural navarra de la época. Su ejecución fue llevada a cabo en dos etapas, la primera en los años finales del siglo XIII o principios del XIV, durante el reinado de Juana I de Navarra y Champagne (1273-1274-1305) y la segunda hacia 1340-1360, en tiempos de los reinados de Juana II de Navarra (1318-1329-1349) o Carlos II de Navarra Evreux (1332-1349-1387).

En el mismo lado de la Epístola cuelga un lienzo con el Martirio de San Sebastián, de la segunda mitad del siglo XVII. Junto a este cuadro, un sepulcro gótico del notario Enequo Pinel del siglo XV. Tras el sepulcro cuelga un cuadro de San Blas, de finales del siglo XVII. De esta misma época es la pila de taza gallonada de mármol. Junto a la puerta principal se conservan dos aguabenditeras del siglo XVII, ambas con tazas gallonadas sobre columnas estriadas y pedestales prismáticos.

En el pórtico lateral se ubica una talla de la Virgen con el Niño, renacentista, del segundo tercio del siglo XVI, retocada en su policromía. Puede tratarse de Nuestra Señora de Gracia, patrona del Hospital, cuya capilla debió presidir antiguamente.

En el coro se encuentra una sillería barroca de hacia 1718, formada actualmente por 18 sillas que se completaba con las sillas que se localizan en la nave del Evangelio y el presbiterio.

Se encuentra en la nave, del lado de la Epístola, un sepulcro gótico del notario Enequo Pinel, obra de calidad del siglo XV. Presenta arcosolio que abocina en tres arquivoltas. Bajo el arco se expone un relieve votivo de alabastro policromado, contemporáneo del sepulcro, que sigue modelos borgoñones. Se pone en relación con el San Sebastián de Tafalla, el sepulcro del Canciller Villaespesa de la catedral de Tudela, y en general con el taller de Jehan Lome.

 

En la sacristía se conserva una cajonería con remate neoclásico. En su parte central se ubica un pequeño retablo barroco de finales del siglo XVII y un busto relicario de San Pedro de finales del siglo XVI, de estilo romanista. En la culminación del retablo, un Cristo Crucificado barroco en bronce. A otro de los frentes de la sacristía se adosa una fuente del siglo XIX donde se aloja un relieve de ángel.


 


pintura mural
Anuncio a los Pastores

 


pintura mural
Nacimiento de Jesús

 

 

Se conservan también algunas piezas de orfebrería, entre ellas: excepcional cáliz de plata dorada fechado en 1552, con base de esquema gótico, astil con grueso nudo esferoide gallonado y copa abierta rígida, con rica decoración cincelada; otro cáliz de plata de la primera mitad del siglo XVII, de esquema purista; otro cáliz de plata dorada de la primera mitad del siglo XIX de tipología neoclásica; copón neoclásico dorado; cruz procesional de cobre dorado del siglo XIX; ostensorio dorado de esquema neoclásico del siglo XIX; dos relicarios del siglo XIX de tipo ostensorio con viril oval en forma de sol.

 

cáliz
s. XVI


Se conservan dos ternos blancos bordados del siglo XVIII. A finales de esta misma centuria pertenecen cinco capas pluviales de un terno blanco y otras tantas de uno rojo, ambos con motivos florales bordados en oro.

En la casa parroquial se conservan algunas obras de arte sacro, entre ellas diversos lienzos del siglo XVII destacando uno de la Sagrada Familia con Santa Ana y San Juanito, de bella composición y contrastado estudio de luces. Se conserva un cantonal de pergamino, de los cuatro que se realizaron a finales del siglo XVI y se trajeron del monasterio de La Oliva

 

San Pedro en el atrio de la iglesia

                                                          

iglesia Santa María
Olite
merindad de Olite 
Navarra

 

iglesia Santa María la Real

plano alzado del lado del Evangelio

 

Construcción englobada en el recinto del castillo-palacio, del primer tercio del siglo XIII - que debió demorarse hasta bien avanzada la centuria - en estilo gótico con influencias todavía cistercienses. La zona de los pies de la nave debió de construirse en último lugar, siendo ya de un estilo gótico más pleno.

La portada se fecha algo más tarde, en el año 1300.


nave y presbiterio

Santa María la Real en retablo mayor


 


arco triunfal, presbiterio
y altar mayor


altar mayor
y retablo


bóveda gallonada
sobre capilla mayor

 

 


columna
sobre ménsula


ménsula de apoyo
de columna


capilla
gótica

 

 


baptisterio
y pila bautismal

 


coro alto y bóvedas
de crucería simple

 



Presenta planta de nave única rectangular de cuatro tramos desiguales en longitud, más cabecera pentagonal más estrecha que la nave. Ésta se cubre con cuatro tramos de crucería simple. La crucería correspondiente al coro es también gótica aunque denota mayor avance y está dispuesta a más altura que el resto. La capilla mayor del presbiterio se cubre por una bóveda gallonada de nervios con triple baquetón que apoya en columnas rematadas en capiteles vegetales, que recuerdan la flora cisterciense. El arco triunfal que comunica la nave con la capilla mayor es apuntado con baquetones en las aristas y codillos y apoya en columnas. Las claves, desde la cabecera a los pies, se decoran: dos con hojarasca entre cabezas, un ángel y en la última un pez. El templo se enriquecía por la luz que penetraba a través de los numerosos ventanales abiertos en la cabecera y nave, algunos de ellos hoy en día ciegos. Algunos de estos ventanales deben corresponder a las "tribunas del palacio que tiene la iglesia" y que se intentaron adecentar hacia 1763.

Los alzados del templo se completan con capillas, sepulcros y hornacinas abiertas en los muros, de cronologías diferentes. A la capilla mayor por el lado de la Epístola se abre una amplia hornacina del siglo XVI. A cada lado de la nave, en el tramo del crucero, se abren dos capillas funerarias, góticas del siglo XIV, tipo arcosolio con tres arquivoltas apuntadas sobre baquetones. Por el lado del Evangelio se abre una pequeña capilla de planta trapezoidal de principios del siglo XVI y que debe corresponder a la fundación del obispo de Nicopolis. Al tercer tramo corresponden dos capillas rectangulares que pueden tener un origen medieval aunque alteradas en el Barroco. La antigua capilla de 1767 del Cristo funciona actualmente como sacristía y se cubre con una media naranja con óculos perforados que descansan en pechinas decoradas con las figuras de los cuatro Evangelistas. 

El coro es de finales del siglo XIII y se levanta a los pies de la nave, apoyando en un arco apuntado. La bóveda del sotocoro consiste en una crucería. Se accede al coro por una escalera de caracol.

La iglesia contaba con un claustro del que no quedan restos y fue construido en tiempos del reinado de Blanca I de Navarra Evreux (1385-1425-1441).

Al estar la iglesia prácticamente englobada en el recinto del palacio, los exteriores no quedan exentos. En el conjunto se impone la fachada y la cabecera, empotrada totalmente en el castillo. Junto al ábside por el lado de la Epístola se levanta la torre prismática en cuyo basamento se conservan viejos y potentes sillares romanos. A manera de remate se extiende una balaustrada de trilóbulos con gárgolas en los vértices inferiores, producto de la restauración. 

A los pies se alza la monumental fachada que configura un lienzo rectangular rematado por piñón y flanqueado por dos pequeños cuerpos a manera de torres inacabadas, adquiriendo mayor desarrollo la de la derecha.

arco de acceso al atrio gótico y portada en fachada principal

vista nocturna de la fachada principal

portada gótica

La parte baja de la fachada la ocupa una bella portada gótica centrada por un friso de doce arcos trilobulados que cobijan esculturas, repitiendo así otras fachadas góticas más tempranas como las del Santo Sepulcro de Estella y San Saturnino de Artajona. La portada constituye un gran arco apuntado que abocina mediante ocho arquivoltas y arco exterior, decorado todo ello con profusa y fina decoración vegetal entre las que se introducen asimétricamente las figuras de un rey y una reina bajo doseles que pudieran ser Juana I de Navarra Champagne (1273-1274-1305) y su esposo capeto, Philippe IV "le Bel" (1268-1285-1314), rey de Francia.



tímpano con Virgen sedente


 


dosel
en tímpano


detalle
portada


detalle
portada

 

 


detalle
portada

 


detalle
portada

 

 

capiteles en portada


Preside la portada un tímpano dividido en dos zonas y centrado por una Virgen sedente con el Niño bajo dosel que guarda semejanza en cuanto al tipo "Andra Mari" con la del retablo mayor. Completa el aspecto decorativo de esta portada el friso de arquerías, seis arcadas a cada lado de la puerta, dispuestas a manera de hornacinas que cobijan a un Apostolado.



O

friso de hornacinas con Apóstoles, lados de la Epístola y del Evangelio


Los arcos son trilobulados inscritos en unos apuntados que apoyan en finos baquetones con capiteles vegetales. En la parte alta se abre un ventanal formado por un gran arco apuntado con cuatro arquivoltas, decorándose el interior con una complicada tracería circular que encierra múltiples arquillos, lo que puede ser indicativo de una ejecución posterior a la fachada, ya avanzado el siglo XIV.

atrio gótico y arco escarzano de entrada



Delante de la fachada existe un atrio gótico del siglo XV formado por tres crujías de arcos polilobulados, 9 en el ala Norte, 7 en la Sur y 8 en la Oeste. La entrada del claustrillo se dignifica con el amplio arco rebajado entre las figuras de una reina y la Virgen con el Niño, este grupo sin cabezas, bajo decorativos doseles de arcos conopiales. Las dos esculturas apoyan en ménsulas con los escudos de Navarra-Evreux y Sicilia. La figura de la reina, de pie y con las manos unidas en actitud de orar - debe corresponder a doña Blanca - viuda en 1409 de Martín el Joven, rey de Sicilia y heredero de Aragón - que más tarde heredaría el trono de Navarra en 1425.


retablos:

retablo mayor

sagrario

 

 

detalles del retablo mayor

Preside el presbiterio un hermoso retablo mayor de estilo renacentista que sustituye en torno a 1515-1530 a otro retablo anterior que fue vendido a la iglesia de San Bartolomé. Presenta traza gótica y asienta sobre un pedestal plateresco con balaustres y banco con tondos decorados con bustos, centrando los medallones motivos decorativos de estilo plateresco. El retablo aparece decorado con unos ricos doseles calados, destacando el que cubre a la Virgen. La iconografía es amplia y procede de varias manos. Las pinturas del primer cuerpo se dedican a pasajes de la Pasión, estando dedicado el segundo a la Vida de la Virgen. En el tercer nivel, la Vida de Jesús y en el cuarto su Vida pública con el Bautismo, Transfiguración, Resurrección, Ascensión, Venida del Espíritu Santo y la Asunción. En el ático, los cuatro Evangelistas interrumpidos por el Calvario. Preside el retablo una hermosa talla de la Virgen con el Niño, gótica del primer tercio del siglo XIV, con fina policromía del siglo XVI. En el presbiterio se encuentra el ara del altar medieval, formada por una gran piedra rectangular, y tres sillas, parte de una sillería de finales del siglo XVIII. 

 


la Oración
del Huerto


el Prendimiento
de Jesús


Cristo
a la Columna

 

 


Ecce-Homo

pintura en el retablo mayor


Camino
del Calvario

 

 


la Piedad

 


Epifanía

 

 

capilla y retablo de San Gregorio

la Última Cena
retablo San Gregorio



En el lado del Evangelio se encuentra un retablo manierista dedicado a San Gregorio, de principios del siglo XVII. Contiene pinturas sobre tabla con la última Cena en el banco, San Pedro y San Miguel en las calles laterales y el Calvario en el ático. La talla de San Gregorio es romanista. Del muro testero de la nave cuelga un hermoso Cristo Crucificado bajo la advocación de la Buena Muerte, gótico, de mediados del siglo XIV, que procede posiblemente de la desaparecida ermita de San Lorenzo. 


imaginería:

 

Santa María la Real



Calvario
ático retablo mayor


Cristo Crucificado
de la Buena Muerte


detalle
Cristo Crucificado


Cristo yacente
en urna


Santa Ana, San Joaquín
y la Virgen Niña


San Francisco
de Javier


Cristo
Crucificado


detalle
Cristo Crucificado



la Inmaculada


San Nicasio
Obispo

 


San Gregorio
en su retablo


San José
y el Niño


detalle
San José

 


En el muro testero del crucero del lado de la Epístola se conservan restos de pintura mural gótica de difícil identificación, que pueden adscribirse al gótico lineal de mediados del siglo XIV. Debajo se localiza una gran pila bautismal del siglo XVI.

 

pila bautismal

pila aguabenditera



Se conservan en el coro varios asientos pertenecientes a la sillería ejecutada en 1803 con un facistol y una credencia. El órgano es de 1785, de estilo rococó.

En uno de los frentes de la sacristía se localiza un pequeño retablo barroco dedicado al Corazón de Jesús, labrado en 1713 junto con otro colateral dedicado a Santo Tomás y Santa Catalina. Se encuentran también dos grandes lienzos con la Última Cena y la Oración del Huerto, de principios del siglo XIX. Se custodian asimismo varias esculturas, entre ellas la de un Santo Obispo, posiblemente San Nicasio, gótico, del siglo XV.



cruz parroquial
s. XIX

Se conservan también algunas piezas de orfebrería: dos cálices bajorrenacentistas de finales del siglo XVI, uno de plata dorada con abundante decoración sobre fondo punteado de guirnaldas, capullos y cartelas con los Evangelistas en la base y los Cuatro Padres de la Iglesia en la subcopa y el otro de plata; otro cáliz purista de plata de principios del siglo XVII; copón de plata neoclásico de 1798; crismeras de plata de principios del siglo XVII en forma de arqueta cubierta a cuatro aguas; cruz parroquial plateada, neogótica, de 1831; relicario de San Isidoro de plata y Lignum Crucis, ambos también del siglo XIX. Existen noticias documentales del rico tesoro artístico en gran parte donado por los reyes de Navarra a esta parroquia, destacando una custodia donada por la princesa Leonor de Navarra Trastamara y Evreux (1426-1479-1479).

Entre los ornamentos se menciona una casulla blanca bordada en rico colorido, de finales del siglo XVIII, un terno rojo de 1805 y otro blanco de 1850.

convento San Francisco
Olite
merindad de Olite
Navarra

  

iglesia y convento de Francisco

 

Según la tradición, este convento fue fundado por el propio San Francisco de Asís, de paso en su peregrinación a Santiago de Compostela (h. 1213-1214), estableciéndose inicialmente la Orden fuera del recinto amurallado de Olite, datando las primeras noticias documentales de 1243, en tiempos de Teobaldo I de Navarra Champagne (1201-1234-1253). Su hijo Teobaldo II (1238-1253-1270) legó a su muerte fondos para la obra de la iglesia de este convento. El traslado a su actual emplazamiento debió de haber sido promovido por la reina Juana II de Navarra (1310-1329-1349) hacia 1345, documentándose diversos trabajos durante el siglo XIV, entre ellos la construcción de la capilla de la Concepción de María Santísima por el rey Carlos II de Navarra Evreux (1332-1349-1387) y más tarde, en 1365, la de San Felipe y Santiago. Bajo el patrocinio de la reina Blanca I de Navarra Evreux (1385-1425-1441) se ejecutó la portada que se conserva en la actualidad, además del claustro que hoy se encuentra delante de la fachada de la iglesia de Santa María. El convento sufrió algunos desperfectos en el siglo XVI tras la orden del cardenal Cisneros de destruir fortalezas y castillos en Navarra.

El convento actual data del siglo XVIII, no habiendo llegado a nuestros tiempos, de la época medieval, más que la portada gótica y algunas sepulturas, también góticas. Tras el terremoto de 1755 el convento había quedado en mala situación y fue requerida una nueva edificación que permitiera a su vez el establecimiento de un Seminario Misionero. Las obras del convento comenzaron en 1749, terminándose en 1757, año en que comenzaron las obras de la iglesia que se inauguró en 1763.

 


nave, crucero y
cabecera con retablo


gran cúpula y linterna
ciega sobre pechinas


bóvedas de medio cañón
y coro alto a los pies de la nave

 



La iglesia presenta planta de cruz latina con nave de cinco tramos, incluyendo el crucero, cabecera recta y capillas laterales que se comunican entre si. La cubierta consiste en una bóveda de medio cañón con lunetos sobre la nave central, brazos del crucero y capilla mayor, mientras que sobre el crucero voltea una gran cúpula con lunetos y linterna ciega sobre pechinas. Las capillas laterales se cubren con bóvedas de medio cañón con lunetos, comunicándose con la iglesia por medio de arcos de medio punto sobre pilares. Una decoración con yeserías rococó se concentra en la cúpula. Las pechinas se decoran con unos óvulos con esculturas que representan a cuatro predicadores de la orden franciscana bajo doseletes con cortinajes y rocallas de yeserías. La capilla mayor se decora con pinturas murales de finales del siglo XVIII. A los pies del templo y abarcando dos tramos de la nave, se levanta el coro. La sacristía queda adosada a la cabecera por el lado de la Epístola, cubriéndose por bóvedas de aristas.


exteriores:

 


dependencias
conventuales


fachada y en segundo
término espadaña


fachada de piedra
de la iglesia

 

 


elementos de la
portada gótica


portada gótica, s. XV con 3 arquivoltas
y tímpano sobre arco escarzano


elementos de la
portada gótica

 

 


ménsula de la portada gótica
ángel con armas de la reina doña Blanca

 


ménsula de la portada gótica
ángel con armas del rey consorte don Juan

 

 

Al exterior, destacan la linterna de ladrillo y la fachada de piedra que se levanta a los pies de la iglesia. Es de tipo conventual con un paramento rectangular culminado en frontón con cruz de remate. Se aprovecha la puerta gótica de época medieval, de mediados del siglo XV. Consiste en un arco apuntado con tres arquivoltas que descansan en finos baquetones con capiteles de follaje, formándose en la parte interior una especie de hornacina sobre pedestales de cuadrilóbulos y templete con arcos conopiales de remate. La arquivolta exterior descansa en ménsulas decoradas con un ángel que porta las armas de la reina Blanca I de Navarra Evreux(1385-1425-1441) y de su esposo el infante don Juan de Aragón, rey de Navarra. El tímpano descansa sobre un arco escarzano y representa un Calvario con el Crucificado entre la Virgen y San Juan, atribuído a Jehan Lome y su círculo. Sobre el lado de la Epístola se alza una espadaña con dobles arcos de medio punto y frontón mixtilíneo entre jarrones de remate.

El convento está adosado a la iglesia, con un cuerpo horizontal con triple arcada en el piso inferior, flanqueado por dos torres. Las distintas dependencias se organizan alrededor de un patio cuadrado de ladrillo, con dos niveles y ático. Modernamente se ha recrecido con un piso. El nivel inferior se organiza con arcos de medio punto sobre pilastras que incluyen un primer registro de óculos o ventanas y un segundo de ventanillas, mientras que el segundo nivel es adintelado sobre pilastras. Junto al claustro por el ángulo sureste se encuentra una escalera imperial de dos niveles superpuestos con medios puntos sobre pilares cajeados en la embocadura.

En la iglesia del Convento de San Francisco enmarcan la puerta de entrada dos sepulcros góticos de principios del siglo XV, realizados durante el reinado de Carlos III el Noble (1361–1387–1425).

 


sepulcro en arcosolio
matrimonio yacente


matrimonio
yacente


lebrel de fidelidad
y león a los pies

 

 


sepulcro en arcosolio
matrimonio yacente


matrimonio
yacente


escultura
de San Francisco

 



Presentan forma de arcosolio con arco apuntado bajo conopial decorado por macollas y cruz de remate entre pináculos. En el frente del sepulcro del lado del Evangelio se esculpen tres cuadrilóbulos con escudo los extremos, uno con las armas de los Zuria y el otro con las de los Anues. En las enjutas del arco y en el interior de cuadrifolias se representan las armas de los Garay y las de los Asiain. A pesar de los escudos, se desconoce la identidad del matrimonio yacente. Presidiendo este sepulcro se encontraba una bella estatua en alabastro de la Virgen con el Niño lactante, del siglo XV, de clara influencia borgoñona, que actualmente se conserva en el Museo de Navarra, en Pamplona. El sepulcro del lado de la Epístola ofrece igual estructura, con cinco escudos en el interior de cuadrifolias. Los yacentes se encuentran en mal estado, con los pies mutilados y los rostros practicamente perdidos. Sobre ellos y apoyando en una peana de hojarasca gótica se alza una pequeña figura de San Miguel, gótica del siglo XV, que ha perdido la cabeza. A cada lado se emplazan dos grandes esculturas de San Francisco y Santiago que proceden de la portada del convento.


retablo mayor:

retablo mayor

sagrario



El patronazgo de la capilla mayor correspondía a los marqueses de Cortes, descendientes del primer patrono, Carlos de Mauleón, Señor de Rada y Traibuenas entre 1455 y 1487. La preside un monumental retablo mayor de estilo rococó realizado en 1773. Tiene un alto banco decorado con paisajes y rocallas donde asienta el único cuerpo de tres calles divididas por columnas - dobles la central - de fuste acanalado y capitel compuesto. En una pequeña hornacina del alto banco se encuentra una talla de la Virgen sedente con el Niño. El sagrario rococó sirve de peana a una imagen de vestir de la Virgen, del siglo XVIII, que se le conoce bajo la doble advocación de la Inmaculada y de la Virgen del Cólera. La aureola de rayos que la envuelve es de plata del siglo XVIII. El centro del retablo está dedicado a la estigmatización de San Francisco, un relieve de gran tamaño encargado en 1779 en sustitución de una talla de San Francisco. A sus lados están dos obispos franciscanos, San Luis de Anjou y San Benvenuto. En el ático se encuentra el Crucificado sobre el lienzo de la Virgen y San Juan entre las tallas de Santo Domingo y Santa Clara. En los laterales pinturas de San Francisco ante el Papa y la Muerte de San Francisco.

En un nicho horadado en el muro lateral del presbiterio se ubica un sepulcro con arco de medio punto perteneciente a algún miembro femenino de la familia de los Mauleón, probablemente doña Aldara de Arellano, esposa de Carlos de Mauleón, representada en una escultura gótica labrada en piedra, cubierta la cabeza con toca y lebrel de fidelidad a los pies.

 

sepulcro de un miembro de la familia Mauleón

En el lado del Evangelio se encuentran varios retablos: retablo de la Soledad (junto al sepulcro, capilla del Santo Cristo de Olite, neoclásico realizado en 1799, con pintura imitando mármoles de colores, ubicando en la hornacina central una Dolorosa de vestir de hacia 1887 que sustituye a la que mandó desde Madrid en 1750 el marqués de Feria, flanqueada por dos tallas modernas de Cristo a la Columna y el Ecce-Homo y en el ático el Santo Cristo de Olite, talla de finales del siglo XV con influjos hispano-flamencos); retablo de Santa Rosa de Viterbo (siguiente capilla, de mediados del siglo XVIII, con una santa titular donada en 1749); retablo de San José  o de los Santos Navarros (rococó, con poca decoración, concentrada en torno a las hornacinas y cornisas, con temas de rocalla y guirnaldas y policromía imitando mármoles, en donde San José con el Niño está flanqueado por San Fermín y San Saturnino y en el ático San Francisco Javier); retablo de la Virgen de las Misericordias (muro extremo del brazo del crucero, barroco, realizado en 1749, albergando en la hornacina principal una imagen de vestir barroca de la Virgen, de fino rostro, realizada hacia 1749 y en el ático una talla barroca del Niño Jesús del siglo XVII); y retablo de San Antonio de Padua (muro frontal del crucero, tallado en 1765, rococó, con una importante talla del titular San Antonio de Padua y el Niño en brazos con el cuerpo desnudo, de buena anatomía, y una Virgen del Pilar moderna en el ático).


otros retablos:

 


retablo
la Soledad


retablo
San Antonio


retablo
San Buenaventura

 

 


retablo
San Diego de Alcalá


retablo
San Francisco de Asís


retablo
San José

 

 


retablo
Santa Rosa de Viterbo


retablo la Visitación
Museo de Navarra


retablo
Virgen de las Misericordias

 

 

En el lado de la Epístola se encuentran los retablos de San Buenaventura (muro frontal del crucero, rococó de 1770, semejante al anterior de San Antonio, aunque más profusamente decorado, con una monumental escultura del titular en el nicho central, encargada en 1779); en el muro extremo del crucero se abre la puerta del claustro de estilo muy sobrio, con pilastras y frontón recto rematado en cruz y bolas. Sigue un púlpito rococó. Preside la primera capilla de esta lado de la Epístola un retablo dedicado a San Francisco de Asís, que sustituye a un monumental lienzo de Santa Margarita de Cortona, hoy colocado en el claustro. El retablo es de estilo rococó, realizado hacia 1776-1777, con una hermosa y refinada talla de San Francisco, enviada desde Madrid en 1750 para presidir la iglesia. El resto de la imaginería es moderna. A continuación, el retablo de San Diego de Alcalá, barroco de la segunda mitad del siglo XVII, con una imagen contemporánea del titular.


imaginería:

Virgen con el Niño
retablo mayor


Virgen del Cólera
retablo mayor


Virgen con el Niño
retablo mayor


Estigmatización de San Francisco, retablo mayor


San Luis de Anjou
retablo mayor


San Benvenuto
retablo mayor


Virgen de las Misericordias
en su retablo


Niño Jesús
retablo Virgen Misericordias


San José
en su retablo


San Fermín
retablo San José


San Saturnino
retablo San José


San Francisco Javier
retablo San José


Santa Rosa de Viterbo
en su retablo


detalle
Santa Rosa de Viterbo


ático del retablo
Santa Rosa de Viterbo


la Soledad
en su retablo


Cristo a la Columna
retablo la Soledad


San Francisco de Asís
en su retablo


Cristo de Olite
ático retablo la Soledad


San Buenaventura
en su retablo


Ecce-Homo
retablo la Soledad


imagen coronada
retablo San Fco. de Asís


imagen coronada
retablo San Fco. de Asís


Virgen con el Niño s. XV
Museo de Navarra


Santiago
retablo S. Fco. de Asís


San Diego de Alcalá
en su retablo

 



custodia de sol
Perú h. 1700



En el capítulo de orfebrería, el convento conserva varios cálices, la mayoría de época reciente o que han sido retocados, siendo el más antiguo uno de plata dorada, purista, de mediados del siglo XVII. Otras piezas incluyen: incensario de plata de estilo de  transición entre el Bajo Renacimiento y el Barroco; bello ostensorio de plata dorada con esmaltes "champlevé", posiblemente de origen peruano, de hacia 1700, pudiendo ponerse en relación con el ostensorio de la parroquia de San Juan Bautista de Estella y con el de Fustiñana, ambos enviados desde Lima, destacando el de Olite por su espectacularidad y rico sentido ornamental; dos sacras de plata, estilo rococó, fechadas en 1770; y un relicario de plata de San Francisco de Asís, barroco, del siglo XVIII.

Alrededor del claustro cuelgan una serie de lienzos de cronología y estilos diversos. Saliendo de la iglesia se encuentran los de San Fausto y San Nicolás de Bari, barrocos de mediados del siglo XVII, formado pareja. Siguen los lienzos de San Antón o San Pablo ermitaño (barroco, s. XVIII), Santa Teresa (s. XVII), Conversión de San Pablo (s. XVII), Aparición de la Virgen a un fraile, Ecce-Homo, y Lágrimas de San Pedro. Destaca un gran lienzo de la Aparición de Cristo a Santa Margarita de Cortona firmado en Roma en 1757. La pintura más antigua en este recinto claustral es una tabla del Ecce-Homo de mediados del siglo XVI y estilo italianizante.

Preside el refectorio un lienzo de la Santísima Trinidad, barroco del siglo XVII, procedente de Sevilla, lo que explica su acento murillesco.

De una de las escaleras que conducen a las dependencias altas cuelga un monumental lienzo de la Asunción de la Virgen, del último tercio del siglo XVII. Cuelgan del muro de otra de las escaleras del convento dos pequeños lienzos, uno de la Virgen del siglo XVII y el otro con el retrato de Bucarelli, benefactor de estos frailes, de la segunda mitad del siglo XVIII.

En la capilla conventual se veneran dos Cristos Crucificados, uno romanista de principios del siglo XVII y el otro barroco del siglo XVIII.

El Museo de Navarra adquirió en 1977 un pequeño retablo de la Visitación de los Franciscanos, renacentista de finales del siglo XVI, en un ensamblaje arquitectónico barroco, que presidía su correspondiente capilla y que se compone de tres óleos sobre tabla.

En las dependencias conventuales se custodia una numerosa colección de piezas de arte que comprenden esculturas y pinturas de cronología y estilos diversos, de desigual calidad. Entre ellas, una tabla de la Anunciación de mediados del siglo XVI, con recuerdos rafaelescos y brillante colorido manierista. De la misma centuria es un cobre del Juicio Final de posible origen flamenco. De hacia 1600 es un pequeño lienzo de San Francisco de Asís besando a Cristo Crucificado, y de finales del siglo XVII un lienzo de San José que destaca por su bello colorido y ornamental marco, entre otras pinturas. En escultura, destacan dos hermosos relieves romanistas en alabastro dispuestos sobre un armazón de madera, a modo de pequeño retablo, de la segunda mitad del siglo XVI, entre otras muchas piezas custodiadas en el convento.

 

facistol


convento Santa Engracia de las Clarisas
Olite
merindad de Olite
Navarra

 

iglesia del convento de Santa Engracia de las Clarisas

 

Se trata del antiguo Convento de frailes de San Antón, llamado también el Abad, el Ermitaño o el Grande - orden de los "antonianos", de origen en el delfinado francés, de hacia 1095 -, fundado en Olite en el siglo XIII, del que se tiene noticia documental desde 1285, siendo su fin principal la asistencia hospitalaria.

Fue abandonado el convento de Olite en el siglo XVIII, tras la disolución de la Orden de San Antón por Pío VI en el año 1788. El convento fue nuevamente ocupado en 1804 por las Clarisas de Santa Engracia de Pamplona - también conocidas inicialmente como "Damianistas" o Señoras pobres del Monasterio de Santa María de las Vírgenes de Pamplona -, convento éste que había sido fundado extramuros, en el año 1228, encima del Molino del Mazán, en el camino público de Zand Sancho VII el Fuerte (1154-1194-1234). El convento de Pamplona hubo de ser evacuado en 1794 y derruido en 1795 por las autoridades ante el peligro de la Guerra de la Convención, en la que los franceses podían aprovechar la localización extramuros del convento para hacerse fuertes en él. Las clarisas permanecieron en Tudela solamente de 1794 a 1795, trasladándose entonces a Villaba hasta que en 1804 volvieron a Tudela a ocupar definitivamente el antiguo convento de los frailes de San Antón en Olite.

Este convento de Olite se localiza fuera del recinto amurallado, remontándose su iglesia al siglo XIII, si bien en los siglos XVI y XVII se verificaron importantes obras, correspondiendo su estado actual - principalmente por la ampliación de la zona de los pies de la nave - a las reformas del siglo XVII. El espacio de la iglesia corresponde al del templo del siglo XIII, así como algunos arcos fajones que se conservan sobre las actuales bóvedas barrocas, que son restos de la cubierta protogética que se alzaba a mayor altura. La presencia de un gran óculo abocinado detrás del retablo mayor, correspondería en la iglesia medieval al tramo de los pies, lo que parece indicar que la iglesia sufrió un cambio de orientación.

 

O

nave, cabecera y bóvedas de medio cañón con lunetos
coro alto con celosía sobre arco rebajado escarzano

La iglesia presenta planta de nave única de cinco tramos desiguales más la cabecera recta, reforzando los muros unos contrafuertes interiores entre los que se disponen grandes nichos. A cada lado de la capilla mayor se abren dos arcos rebajados, correspondiendo al tramo siguiente dos nichos bajos, cubiertos por medio cañón rebajado, cuyo arco externo ha sido rehecho en ladrillo en el lado del Evangelio. Al tercer tramo se abren grandes nichales de arco apuntado que en el correspondiente al lado del Evangelio incluye una portada apuntada que comunica con el convento y sobre ella una ventana ojival del siglo XIII con doble arco trilobulado culminado por rosetón de cuatro lóbulos. A los pies de la nave, debajo del coro, se abren otros dos nichales separados por contrafuertes. La nave se cubre por una bóveda de medio cañón con lunetos del siglo XVII. El tramo correspondiente a la capilla mayor se enriquece con decoración de motivos geométricos del siglo XVIII. El coro se levanta a los pies sobre un arco rebajado y dos tramos de bóveda de medio cañón con lunetos. La sacristía es del siglo XVIII y se localiza detrás de la cabecera, sustituyendo al pórtico medieval.

O

paramento de la fachada con nichal semicircular y frontón triangular
portada en nichal con hornacina de Santa Clara

 

Los exteriores son ilustrativos de los dos grandes bloques constructivos de que se compone el conjunto. En el lado de la Epístola se conserva parte del muro de sillar medieval, observándose por el cambio de material la transformación de las cubiertas. La zona de los pies de la nave y la fachada, también ésta en silleróa, son obra de la primera mitad del siglo XVII. La fachada da a la carretera de Pamplona a Tudela y constituye un paramento vertical articulado por cuatro pilastras que remata en frontón triangular. En el centro se abre un nichal semicircular que aloja la puerta de acceso al templo, también de medio punto entre pilastras, sobre la cual se alza una hornacina con la talla de Santa Clara, del siglo XVII. Culmina la fachada la típica espadaña conventual.

Las dependencias monásticas se organizan en torno al claustro y escalera. El claustro es sencillo, del siglo XVII, y se compone de dos niveles de sillarejo con vanos rectos enmarcados por sillar. En el interior del convento se conservan restos de un antiguo claustro del siglo XVI formados por cuatro arcos por un lado y tres por otro de medio punto sobre pilares poligonales y capiteles de bolas. Detrás del actual claustro se extiende una espléndida huerta a la que dan dos largas alas dispuestas en ángulo recto. La escalera consta de tres tramos perpendiculares introducidos en una caja cúbica, con doble pareja de arcos que sirven de acceso a los pisos superiores. En el convento se localizan numerosos/old/lanco.com/anexos/a0279.htm">escudos de los Evreux.



retablo mayor

sagrario-expositor

Santa Engracia
retablo mayor

O

San Francisco de Asís y Santa Clara
retablo mayor

 

Preside el templo un monumental retablo mayor de estilo rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII. Se trata de un retablo muy decorativo con el ornato a base de rocallas, guirnaldas y angelotes, con aparatosos doseles bulbosos rematando las hornacinas. La iconografía es de aceptable mérito, destacando la buena y elegante talla de la titular, Santa Engracia, de principios del siglo XVII con rica policromía del XVIII, que ofrece una combinación de Romanismo y Naturalismo. En las hornacinas laterales se alojan la talla romanista de San Francisco de Asís recibiendo los estigmas y la de Santa Clara del siglo XVII, ambos con una cuidada policromía. En el ático se encuentran San Antonio Abad, San Miguel y San Pedro ermitaño, contemporáneos del retablo, siendo por el contrario romanistas David y Moisés en los lados.

En el lado del Evangelio cuelga un monumental lienzo de San Agustín, barroco del siglo XVIII, en el que se impone la figura del santo envuelto en una rica capa pluvial. En otro lienzo que sigue se representa la Epifanía, de la primera mitad del siglo XVII, de ejecución popular.

 

OO

lienzos de San Agustín, San Francisco Javier y la Virgen con el Niño



En una de las capillas del lado de la Epístola se encuentra una talla de excelente calidad, de tamaño mayor que el natural, de un Cristo Crucificado vivo, de gran potencia anatómica, de estilo hispano-flamenco, de hacia 1500.



Cristo Crucificado



En el coro bajo se encuentra una lauda sepulcral que se trajo del convento de Pamplona y contenía los restos de algunas religiosas de la familia Cruzat. Se decora con hermosas arquitecturas renacentistas a base de columnas coríntias y frontón triangular que sirven para encuadrar el escudo del linaje Cruzat.

 

lauda sepulcral
religiosas de la familia Cruzat



Preside la sacristía un Cristo Crucificado del siglo XVII flanqueado por las tallas de San Cosme y San Damián, barrocas, del siglo XVIII. La cajonería se fecha también en el XVIII y tiene una rica decoración barroca de flores y follaje. Se guarda también una talla barroca de San Antonio, del siglo XVIII. Cuelgan de los muros dos lienzos del siglo XVII, de San Rafael acompañando a Tobías y la Sagrada Familia. En la antesacristía, un Cristo Crucificado de principios del siglo XVII y una Inmaculada de vestir del XIX.

En la sacristía de las monjas, hospedería, portería, coro bajo, refectorio, escalera, coro alto, oratorio de las novicias, corredor, claustro alto, locutorio y biblioteca se conservan numerosas obras de arte de distinta procedencia y época, principalmente del siglo XVII. Destacan por su calidad varios lienzos que se encuentran en la escalera, como por ejemplo el de las dos Trinidades, así como una hermosa talla romanista de la Inmaculada de principios del siglo XVII con fina policromía del XVIII, que se encuentra en el coro alto y un lienzo de la Inmaculada de mediados del XVII que se encuentra en el claustro alto. Firmado en 1710 por Ezquerra (Domingo) es otro lienzo de la Inmaculada, tratándose quizá de la más importante pintura del convento. En el coro bajo se encuentra una lauda sepulcral que se trajo del convento de Pamplona y contenía los restos de algunas religiosas de la familia de los Cruzat. Se decora con hermosas arquitecturas renacentistas a base de columnas corintias y frontón triangular que sirven para encuadrar el escudo de los Cruzat.

Se conservan también algunas piezas de orfebrería: corona de plata, rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII; naveta de plata, de mediados del s. XVII; ostensorio neoclásico de plata dorada, fechado en 1820; varios relicarios de plata, de Santa Engracia, Santa Espina - ambos de la primera mitad del s. XVII - de San Francisco, barroco, tipo ostensorio, fechado en 1703 y el neoclásico de Santa Clara, en chapa de plata sobre madera, propio del s. XIX.                                                                                 

 

ermita Santa Brígida 
Olite
merindad de Olite 
Navarra

 

ermita Santa Brígida

 

Se localiza en un pinar, alejada de la zona urbana, al otro lado de la autopista que une Tafalla con Marcilla. Se tienen noticias documentales de algunas visitas efectuadas por la reina Blanca I de Navarra Evreux (1385-1425-1441), que siguió en ello la devoción popular que esta ermita tuvo en la Edad Media. Custodiaban entonces la ermita unos monjes ermitaños para los que la citada reina mandó construir habitaciones.


imagen de Santa Brígida
conservada en la iglesia Santa María de Olite


La iglesia se ajusta a modelos protogóticos de hacia 1200, con nave única de tres tramos desiguales y crucero amplio y desproporcionado para la nave, que actúa como capilla mayor. La cubierta consiste en una techumbre a dos aguas sobre potente arco apuntado en los tramos de los pies, a los que sigue otro tramo de bóveda de medio cañón apuntado entre fuertes fajones. La cubierta de la cabecera consiste en una crucería simple formada por robustos nervios prismáticos en su parte central y sendos cañones apuntados en los laterales. 

En el tramo abovedado de la nave se han descubierto pinturas murales de un aire ingenuo y popular, tosco, que se pueden fechar a mediados del siglo XIV, dentro del estilo francogótico. En ellos se reconoce la Entrada triunfal en Jerusalén, con la figura de Cristo sobre la borriquilla, al que siguen ocho Apóstoles y cuatro personajes desplegando una alfombra a su paso. También hay restos de un Calvario y las Tres Marías con los vasos de perfumes en sus manos. 



 


cabecera recta con
potentes contrafuertes


lonja
de la ermita


puerta de acceso
a la lonja

 

 

Al exterior, muros de sillarejo y sillería reforzados por robustos contrafuertes de piedra. Éstos son dobles, de excelente sillar, en la cabecera, abriéndose en el centro del muro una saetera que ha sido cegada. La entrada se localiza a los pies y consiste en un sólido arco apuntado con fino baquetón en la rosca, fechable en el siglo XIV. El edificio conserva el tejado de lajas de piedra, con reparaciones efectuadas en teja.

Ocupa la cabecera un pequeño retablo barroco de finales del siglo XVII. Su nicho central alberga una talla, repintada, de Santa Brígida, del segundo tercio del siglo XVI, cubierta con manto y toca. Junto al altar se encuentra una pequeña talla de San Froilán, del primer tercio del siglo XVI, con rigidez todavía goticista.

Muy cerca de la ermita se localiza un crucero, que ha perdido la parte superior del fuste y la cruz, y que se alza sobre tres escalones cuadrados.



cruz junto a la ermita Santa Brígida




No se conservan restos de las antiguas ermitas de Olite dedicadas a Nuestra Señora de Gracia, San Antón, San Blas, San Cebrián, San José, San Lázaro, San Lorenzo, San Miguel del Monte, Santa Águeda y Santa Lustaria.

cementerio
Olite
merindad de Olite 
Navarra

Se conserva en el cementerio de Olite una escultura en piedra de San Bartolomé, gótica del siglo XIV, procedente de su desaparecida iglesia.

cruceros
Olite
merindad de Olite 
Navarra


Se localizan dos cruceros de piedra en Olite, ambos extramuros.



* uno de ellos no lejos del convento de Santa Engracia de las Clarisas, a la vista desde el Portal de Tudela. Éste crucero se alza sobre cinco gradas de forma cuadrada en las que apoya un pedestal prismático cuyo frente liso remata en un capitel acanalado y cruz florenzada con Cristo en el anverso, muy deteriorado, y la Virgen en el reverso. 



O

crucero frente al portal de Tudela



* el otro crucero, más sencillo, se ubica frente al Convento de San Francisco.

 

crucero frente al convento de San Francisco




* alejado del pueblo, junto a la ermita de Santa Brígida, se localiza un crucero que ha perdido la parte superior del fuste y la cruz, apoyándose en tres escalones cuadrados.



casas y casas-palacio
castillo-palacio real
murallas y puertas
fuentes



casas y casas-palacio
Olite
merindad de Olite 
Navarra

Pese a que la ciudad aún presenta el típico entramado medieval, la mayor parte de los edificios que la configuran obedecen a reconstrucciones y obras posteriores, principalmente de los siglos XVI, XVII y XVIII. Generalmente las casas suelen organizarse en profundidad, asomando en altas y estrechas fachadas, como ocurre también en Viana o en Puente la Reina. Sus fachadas tienen normalmente un primer nivel de sillería y sobre él otro o dos más de ladrillo, rematándose en un ático también de ladrillo con alero de madera, aunque también son frecuentes las construcciones de sillería o sillarejo exclusivamente. Suelen destacar los balcones en el piso principal y su inmediato superior, mientras que en el ático aparecen pequeñas ventanas o galerías de arquillos. En el primer nivel suelen abrirse amplios portalones apuntados o de medio punto según su cronología, definiéndolos grandes dovelas de cantería. El único ornato que suelen lucir las fachadas se reduce a blasones como testimonio de la nobleza de los antiguos moradores. 

Las casas se apiñan en calles estrechas de largas perspectivas con salientes aleros en distintas alturas, creando conjuntos pintorescos y atractivos, que a veces desmerecen por algunos arreglos y reformas modernos practicados.

El origen de la población hay que remontarlo, por lo menos, a época romana, cuando se forma en ella un "oppidum" o plaza fortificada, de la que todavía se conserva buena parte de sus murallas y de sus 20 torres labradas con grandes sillares almohadillados en el siglo I. Posteriormente, a principios del reinado del visigodo Suintila, en torno al año 621, parece que fue reconstruida. En la Edad Media - especialmente en la época de Sancho VI el Sabio (1132-1150-1194) - fue poblándose de francos y castellanos en el núcleo "Cerquo de Dentro", formándose también una aljama judía que se estableció en el antiguo núcleo romano, hacia la actual calle San Francisco. El hecho más significativo es que la ciudad se convirtió en corte de los reyes de Navarra. Así, el antiguo "praesidium" romano - actualmente parador de turismo -  pasó a formar parte del patrimonio real y ya en el siglo XIII se le conoce con el nombre de palacio del Rey. Pero fue en el siglo XV cuando el rey Carlos III el Noble (1361-.1387-1425) dio a Olite mayor gloria, pues no sólo hizo de Olite la corte del reino sino que además llevó a cabo muy importantes obras y ampliaciones góticas en dicho palacio.

Además de residencia real, Olite fue también sede en numerosas ocasiones de las Cortes del Reyno. Con la incorporación de Navarra a la corona de Castilla, León y Granada el palacio se convertirá en residencia de los virreyes. Durante la guerra contra Napoleón en el siglo XIX el castillo fue incendiado por orden de Espoz y Mina a fin de que los franceses no pudieran tomarlo como fortaleza.

 Un recorrido por la ciudad descubre numerosas casas de interés:

calle San Francisco
placeta o plaza de los Teobaldos o de Santa María
calle de la Judería
rúa Tesendería
plaza de Carlos III el Noble
calle Mayor
calle del Hospital
rúa del Pozo
calle de Mirapies
calle de Medios
calle del Seco

     calle San Francisco, entrando en la ciudad por el recinto romano, puerta de Tafalla: nº 20 (s. XVI, dos cuerpos y ático de buena sillería, con portal de arco de medio punto); nº 35 (con blasón de la casa Landibar, rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII, con mascarón inferior, leones portantes y yelmo por timbre); nº 31 (s. XVI, muy arreglado, con un primer nivel de sillería con portal ligeramente apuntado y dos niveles más de ladrillo abiertos en balcones); nº 27 (s. XVI, con dos niveles y ático de sillar ordenados en dos hileras de huecos; con portal algo apuntado y otro muy transformado; con un volado alero de madera sostenido por aparatosas ménsulas de volutas); nº 25 (estilo Reyes Católicos, s. XVI, con portal de arco apuntado y balcón con dos líneas de bolas en su marco; alero deteriorado); nº 23 (palacio de principios del s. XVII con hermosa fachada y dos cuerpos de sillería separados por una moldurada línea de imposta; tiene un portal recto de marco cajeado y dos amplios balcones con enmarques de molduras; el ático está formado por un recrecimiento de ladrillo con galería de arquillos doblados de medio punto, culminando en saliente alero de madera sobre unas ricas ménsulas de volutas y gallones; lleva un blasón de decoración manierista); nº 15 (s. XVI con sillería en el primer cuerpo; sirve de ingreso un portal apuntado entre otros dos conopiales, hoy cegados). La calle de San Francisco cruza en su tramo final la "Placeta" (llamada actualmente de los Teobaldos o de Santa María) y termina en el Portal del Chapitel. El pasadizo inferior es fechable en el siglo XIII y se cubre por un medio cañón algo apuntado. Sobre él se eleva una torre prismática de sillarejo, luciendo en su frente una ventana gótica enmarcada por baquetones con aristas.

     placeta o plaza de los Teobaldos o de Santa MaríaNº 10 (s. XVII con dos niveles y ático de cantería, con portal de arco rebajado y cuatro balcones de dinteles que conservan forja antigua)

     calle de la Judería. nº 17 (construcción medieval de fachada alargada y baja, de un cuerpo y ático de sillería; posiblemente formó parte del palacio viejo); nº 13 (conocida como "Casa de los Judíos"; construcción medieval con fachada de sillarejo y portal de arco rebajado, arreglado en ladrillo; en su interior existe una escalera abovedada); nº 2 (ostenta un escudo rococó de la segunda mitad del siglo XVIII).

     rúa Tesendería. Subsisten en esta calle (que parte del nº 23 de la calle de San Francisco) algunas construcciones del siglo XVI con los típicos portalones de la época.

     plaza de Carlos III el Noble. Se localiza en esta plaza el Ayuntamiento. Se trata de un edificio moderno del arquitecto navarro Víctor Eusa. Números 21 y 23 (palacio barroco con un primer nivel de sillería y dos más de ladrillo con vanos rectos. Lleva un escudo rococó de la segunda mitad del siglo XVIII provisto de mascarón inferior, leones portantes y corona abierta. Hasta alcanzar el Portal del Chapitel se extiende un pórtico, posiblemente barroco, compuesto de siete arcos de medio punto; tras ellos pueden verse algunos restos de la muralla romana. En las inmediaciones del castillo-palacio se encuentra el pórtico de la iglesia de Santa María, construcción barroca de la segunda mitad del siglo XVIII formada por dos cuerpos de cantería, que articulan un orden gigante de pilastras cajeadas. El arco de medio punto lleva un grueso baquetón de enmarque y frontón recto en su coronamiento. Sobre él monta una galería abierta en dos medios puntos con pilar central que corresponde a dependencias. Frente a esta construcción se conserva un interesante edificio medieval con un primer nivel de sillería, sobre el que se eleva otro y un ático de ladrillo que sobresale respecto a aquél dando lugar a un voladizo de madera y abovedamientos de ladrillo.

Ayuntamiento de Olite

     calle Mayor, partiendo de la plaza de Carlos III el Noble prolonga la calle San Francisco hasta el Portal de Tudela. El nº 2 corresponde a una monumental mansión del siglo XVI. A esta época pertenecen sus dos primeros cuerpos de sillar, el bajo con un portalón central apuntado y el segundo con tres balcones. En época barroca el edificio se recreció con un cuerpo más y un ático de ladrillo; nº 4 (primer cuerpo de sillería con dos arcos góticos levemente apuntados; en la clave de uno de ellos un escudo; sobre este primer nivel se levantan otros dos y un ático de ladrillo con un solo hueco cada uno de ellos); a continuación la casa-palacio de Rada, construcción renacentista de hacia 1590 con monumental fachada de sillería compuesta por dos cuerpos. En el primero un portalón de arco de medio punto con rosca moldurada y en el segundo dos balcones adintelados con bellos herrajes de época. Culmina el conjunto un ático de ladrillo recorrido por una galería de arquillos doblados que sirve de asiento a un riquísimo alero de madera, muy volado sobre aparatosas ménsulas. El alero descansa sobre un friso de grutescos con mascarones entre niños desnudos. Este conjunto sólo admite parangón con el alero renacentista del palacio del marqués de San Adrián de Tudela o con el de la Casa de Fray Diego de Estella, en Estella. El interior del edificio se organiza alrededor de una monumental escalera barroca que alberga una caja de planta cuadrada, cubierta a gran altura por una media naranja de anillo taqueado; nº 5 (casa del s. XVI con tres cuerpos de sillería y un ático recrecido en ladrillo; dos amplios portales de medio punto, uno de ellos muy transformado. Portalones semejantes lucen los números 8, 9, 10,12 y 14; éste último se remata en ático de ladrillo con la típica galería de arquillos; nº 11(casa barroca del s. XVIII con hermosa fachada de sillería estructurada en dos cuerpos y ático; en el segundo destacan dos balcones adintelados de repisa mixtilínea y herrajes de idéntica disposición. Entre ellos se adosa un aparatoso blasón rococó de la segunda mitad del s. XVIII. El nº 13 también ostenta un escudo rococó de la misma época; nº 15 (construcción del s. XVI, aunque muy rehecha, conserva el típico portal de medio punto. Portalones similares se muestran en los números 18, 19, 20 y 28, algunos con rosca moldurada; nº 17 (palacio renacentista del s. XVI de majestuosa fachada desarrollada en altura; primer cuerpo de sillería con amplio portalón de medio punto con rosca moldurada y dovelas gigantescas. Este nivel sirve de pedestal a un piso noble de ladrillo que aún conserva sus tres vanos adintelados originales, aunque arreglados y empequeñecidos, lo cual desmerece la dignidad de su aspecto; culmina la fachada un ático también de ladrillo que guarda relación con las construcciones de la Ribera; su frente está recorrido por la típica galería de arquillos doblados de medio punto con óculos en los pedestales y en su remate luce un alero con pinjantes de labores geométricas; números 22 y 24 (del s. XVII, de dos cuerpos y ático de ladrillo, que en el caso del nº 24 luce una galería de arquillos con rico alero de madera jalonado por ménsulas de hojarasca; nº 30 (palacio barroco del s. XVII, con dos portalones de medio punto entre dinteles, conservando sin alteración en el segundo piso sus balcones con rica forja antigua; el ático lleva una galería de arquillos de medio punto, rematada en alero de madera con ménsulas de volutas; en la fachada un blasón neoclásico. Frente a este edificio se localizan dos portalones de medio punto del siglo XVI en los números 27 y 29.



casa-palacio Rada



Siguiendo la calle Mayor, en esquina con la calle San Pedro, otro monumental palacio renacentista del s. XVI muy semejante al del inmueble nº 17 visto anteriormente, aunque su fachada principal está construida totalmente en sillería; tiene un amplio portal descentrado de medio punto que forman gigantescas dovelas, localizándose en la clave un escudo sobre cruz de Santiago que pertenece a las armas de los marqueses de Feria; en el piso noble, tres balcones rectos enmarcados por dos hileras de bolas de estilo Reyes Católicos, dos de ellos luciendo herrajes del siglo XVI, mientras que el tercero tiene una forja barroca. Los números 38 y 40 pertenecen a la segunda mitad del s. XVI con dos cuerpos y ático de sillería; con portal de medio punto y vanos adintelados destacando los balcones del segundo piso por sus enmarques de molduras. En los números 42, 44, 45 y 46 se localizan portalones del s. XVI, unos de medio punto y otros apuntados. En el nº 37, esquina con la calle del Hospital, un palacio renacentista del s. XVI, un imponente bloque de ladrillo sobre basamento de sillería con dos fachadas de dinteles, coronadas por galería de doble arquillos rebajados y rico alero de ladrillo con pinjantes y molduras de labores geométricas; en el extremo de la fachada principal, un gigantesco portal de medio punto con baquetón en su rosca montando sobre él un aparatoso escudo del siglo XVII, muy perdido. Sirve actualmente como Casa de Cultura. Adosada al Portal de Tudela una casa del s. XVI, labrada en sillería con fachada quebrada.

 

Casa de Cultura
en nº 37 de la calle Mayor
esquina con la calle del Hospital

     calle del Hospital que enlaza la calle Mayor con la iglesia de San Pedro. Se localizan diversas casas del siglo XVII con fachadas de piedra y amplios portalones de medio punto. El edificio del Hospital de Nuestra Señora de Gracia de construcción moderna, luce un escudo del siglo XVI con la leyenda: ESPITAL DE OLITE 1574. RENOVADO EN 1850.

     rúa del Pozo que enlaza el Portal de Tudela con el del Carmen. nº 3 (construcción de origen medieval con alta y estrecha fachada de sillería, de dos cuerpos y ático, con amplio portal en un extremo levemente apuntado y fechable en torno al año 1200; tiene un blasón rococó de la segunda mitad del siglo XVIII. nº 7 (posible origen medieval muy transformada en el s. XVI, gran bloque de sillería de marcada horizontalidad, probablemente aprovechando la muralla, de dos cuerpos; portal de medio punto con gigantescas dovelas, que remata un pequeño edículo gótico de arco conopial con macolla superior; dentro de él se encuentra un escudo con castillo orlado por diez estrellas de ocho puntas; en el interior se conservan dos robustas columnas cilíndricas que debieron formar parte de un patio. nº 73 (gran mansión barroca del s. XVII con un primer nivel de sillería, con portal recto con enmarques planos de orejetas; segundo nivel y ático de ladrillo); nº 6 (casa de origen medieval, de piedra el primer cuerpo con gran portalón de medio punto, muy arreglado, con escudo en la clave; el segundo cuerpo y el ático obedecen a un recrecimiento de ladrillo posterior; nº 17 (casa del s. XVII con estrecha fachada de sillería con dos cuerpos y ático con dos hileras de vanos; se remata en alero de madera con aparatosas ménsulas talladas, algunas de ellas con volutas; en el segundo nivel, un escudo rococó de la segunda mitad del s. XVIII; nº 19 (posiblemente del s. XVII, construido en ladrillo salvo el primer nivel; alero de ménsulas talladas a base de volutas y rollos; nº 27 (palacio del s. XVII con un primer nivel de sillería y portal recto, conservando los balcones de forja antigua; sobre uno de ellos, un blasón neoclásico; nº 31 (ostenta escudo rococó de la segunda mitad del siglo XVIII).

 

casa medieval en rúa del Pozo nº 3


     calle de Mirapies. nº 11 (construcción de dos niveles y ático de sillería fechada en 1764); números 6 y 8 (posible origen medieval muy arreglada posteriormente seguramente en época barroca a juzgar por el alero; gran fachada de sillería con dos cuerpos y ático, destacando un portal de arco apuntado en un extremo); casa haciendo esquina con la calle Merino (arco semejante a la casa anterior, cegado; dos ménsulas góticas con cabezas en la fachada principal).

     calle de Mediosnº 8 (edificio barroco con primer nivel de sillería y típico portalón de medio punto; otros dos niveles con balcones en ladrillo más un pequeño ático también de ladrillo; en su fachada un blasón del s. XVIII); nº 20 (monumental fachada de ladrillo con tres cuerpos y doble ático; dos portalones de arco apuntado y ventanas con herrajes primitivos; en el ático una pequeña ventana de coronamiento conopial); nº 24 (casa del s. XVII muy transformada con primer nivel de piedra y portal de arco de medio punto y el resto de ladrillo con dos líneas de vanos). También son del siglo XVI los portales de los números 16, 28 y 30.

     calle del Seco. En la confluencia con la rúa del Pozo, frente al lugar conocido como el Portal del Carmen, por ser el lugar donde se emplazaba esta puerta de la muralla, se ubica un palacio del siglo XVII (gran bloque de ladrillo sobre basamento de sillar, dos cuerpos de dinteles, salvo el portal que es de arco de medio punto, aunque modernamente se ha transformado en un vano recto; amplia galería de arquillos dobles de medio punto en el ático, entre los que se intercalan óculos, según tipología de la Ribera; rico alero de madera de finales del s. XVIII); nº 38 (casa barroca de sillería, de dos cuerpos y ático, con blasón rococó de la segunda mitad del siglo XVIII, acompañado de leones portantes y timbrado en yelmo, que se corresponde con las armas de Landivar); nº 34 (palacio renacentista de grandes dimensiones con noble fachada de sillería, dos niveles y ático, organizados en cuatro calles de vanos; dos portalones de arco levemente apuntado y de medio punto, este último cegado; dos balcones en el piso principal con decoración de bolas en sus marcos; preside la fachada un blasón del siglo XVI); nº 30 (casa barroca de sillería con dos cuerpos y ático de dinteles).

palacio renacentista
en nº 34 de la calle del Seco

 

casa barroca en nº 38 de la rúa del Seco

 

Castillo-Palacio Real
Olite
merindad de Olite
Navarra

 




Se trata de un conjunto de perímetro irregular que comprende diversas estancias en variadas construcciones - incluyendo la actual iglesia Santa María con su torre - rodeado todo ello de altas murallas, resultando un agregado de forma anárquica como englobado en un bosque de torres, cada una de ellas distinta y de diferentes alturas. Este monumento es uno de los más importantes de su género en Europa que solo admite parangón en España con el Alcázar de Segovia. Fue castillo-palacio de los Reyes de Navarra y su compleja estructura es el resultado de construcciones y reformas llevadas a cabo a lo largo de los siglos.

El núcleo primitivo - "el viejo" - es de época romana, ampliado y configurado definitivamente - "el nuevo" - en las primeras décadas del siglo XV por el rey Carlos III el Noble (1361–1387–1425).



 

En el siglo XIII el rey Teobaldo I de Navarra Champagne (1201-1234-1253) había convertido en palacio real - "el viejo" - el antiguo "praesidum" o "praetrium", edificio rectangular con cuatro torres en sus esquinas, que actualmente se utiliza como parador de turismo.

 

viejo palacio real de origen romano
actual Parador de Turismo

           

entrada del Parador de Turismo

 

Se documenta en 1269 la estancia de Teobaldo II (1238-1253-1270) y en 1271 la de su hermano Enrique I (1244-1270-1274). Durante el siglo XIV fue visitado por el nieto del anterior, Luis I (1289-1305-1316), la hija de éste Juana II (1318-1329-1349) con su esposo Felipe III de Evreux (1306-1329-1343) y el primogénito de éstos Carlos II de Navarra Evreux (1332-1349-1387) en varias ocasiones (1380, 1381 y 1384). De este "palacio viejo" de origen romano sólo se conservan sus muros perimetrales con las torres prismáticas de las esquinas. Destacan en la fachada dos ventanas altas cuyo labrado estuvo a cargo de los ayudantes de Jehan Lome. La portada - actualmente de acceso al parador de turismo - es manierista de piedra con dintel coronado por un blasón de 1584, muy perdido.

Se debe al patrocinio de Carlos III el Noble la grandiosidad del palacio y en su época (1387-1425) tiene los días de su mayor esplendor. En este castillo-palacio se reunieron también las Cortes del Reyno en 1410, 1413, 1421 y 1422, jurándose en este año como heredero de la Corona al infante don Carlos, futuro Príncipe de Viana. El castillo continuó siendo residencia real con los sucesores de Carlos III, perdiendo esplendor a partir de las guerras entre agramonteses y beamonteses del siglo XV. En 1512 se entregó al duque de Alba y a partir de 1515 pasó a ser residencia de los virreyes de Navarra.

 

 


vista del palacio
desde la plaza de Carlos III


vista del palacio
desde la plaza de Carlos III


vista general
desde lo alto

 

 


vista general desde
el convento de San Francisco


torre ochavada de
las tres Coronas


torres de influencia
francesa restauradas

 

 


afiligranadas tracerías
en ventanas

nevera de hielo 


galería
del rey

 

 

Entre el palacio "viejo" y la parroquia de Santa María se encuentran las ruinas de las construcciones emprendidas en 1399 por la reina Leonor de Trastamara (+ 1416), esposa de Carlos III el Noble (1361-1387-1425) . Entre ellas, la capilla de San Jorge que solamente conserva sus muros perimetrales, correspondiendo uno de ellos con un lienzo de la muralla romana. Bajo la capilla se conserva una bodega con bóveda de medio cañón.

El castillo-palacio, dada la intervención de artistas muy distintos y de variado origen, es una muestra del eclecticismo imperante en las construcciones cortesanas de la Baja Edad Media. Son patentes las influencias francesas - el propio Carlos III era de la dinastía capeta Evreux, nacido en Mantes - al mismo tiempo que las hispanas, todo ello en un estilo gótico civil ya avanzado como se impone en las afiligranadas tracerías de galerías y ventanas, propio del momento. El castillo se adornó con jardines, algunos en alto aprovechando miradores y terrazas como el que se sitúa vecino a la gran Cámara de la Reina, que no nos han llegado a nuestros días, como tampoco los muchos adornos que enriquecían el interior del castillo y sus dependencias o su parque zoológico.

La restauración emprendida en 1925 - y todavía pendiente de concluir - recuperó en parte una ruina provocada, entre otros eventos, por el incendio de Espoz y Mina en 1813 y el abandono en que se encontró durante el siglo XIX, una vez que dejó de ser utilizado por los virreyes de Navarra. Durante el largo período en que se encontró en estado de abandono y ruina, se había convertido en cantera de piedra para las construcciones vecinas de la ciudad, como se observa todavía actualmente en no pocas construcciones.                                                         

murallas y puertas
Olite
merindad de Olite 
Navarra

 

sillares de antiguas murallas

De fundación romana, debió formarse como un "oppidum" o recinto defensivo, ampliándose considerablemente sus límites en época medieval. San Isidoro relata que a comienzos del reinado visigodo de Suintila - hacia el año 621 - éste sometió a los vascones del lugar, construyendo la ciudad de Olite, lo que significaría la reconstrucción y quizá la ampliación del primitivo recinto romano. El núcleo primitivo parece que no fue rebasado en siglos, a pesar de que se conserven fuera de sus límites estructuras anteriores al siglo XI, como uno de los muros del claustro parroquial de San Pedro, que tuvo que pertenecer a una iglesia extramuros - posiblemente la de San Felices - luego sustituída por la citada parroquia.

La ampliación medieval no debió llevarse a cabo hasta el siglo XII, al recibir la ciudad en 1147, del rey García V Ramírez "el Restaurador" (1110-1134-1150), el fuero de Estella. El recinto medieval - "cerco de fuera" - se habría completado hacia finales del reinado de Teobaldo I de Navarra Champagne (1201-1234-1253), a mediados del siglo XIII, época en que ya se citan los portales de Tudela y Falces, sitos en los puntos más lejanos del núcleo antiguo.

El recinto primitivo romano - "cerco de dentro" - está recorrido longitudinalmente de norte a sur por la calle San Francisco que une el portal de Tafalla con el de Chapitel. En el ángulo suroccidental de este recinto de disposición trapezoidal debió existir otra puerta en lo que se conoce como el Portillo. El recinto estaba rodeado de un sólido cinturón de murallas que debió levantarse en el siglo I d.C. a juzgar por los sillares almohadillados utilizados y una moneda del emperador "Optimus", de origen hispano, Marco Ulpio Trajano (53-97-117), encontrada en la ciudad. Reforzaban la muralla 20 torres cuadradas distanciadas 30 metros unas de otras. De ellas se conservan restos de 12, localizándose las más completas en el flanco occidental, al borde de la carretera que une Tafalla con Tudela.

Quedan vestigios de otras torres en el sector sur, correspondiendo una de ellas con la puerta de Chapitel que cumplió la doble misión defensiva y de entrada a la ciudad. A continuación se encuentra otra torre alojada en el interior de un inmueble y más adelante la torre de la parroquia de Santa María que aprovecha en su base las estructuras de una antigua romana. Las torres del lado oriental aparecen reutilizadas en el Palacio Real. Los sillares impresionan por su gran tamaño, algunos de ellos almohadillados. La fortificación de la ciudad se completaba con el "praesidum" o "praetrium", edificio rectangular con cuatro torres en sus esquinas, que fue núcleo primitivo del palacio real dispuesto por el rey Teobaldo I de Navarra Champagne (1201-1234-1253) y que actualmente se utiliza como establecimiento hotelero.


La ampliación medieval - "cerco de fuera" - ofrece dos núcleos diferenciados separados por la calle Mayor, cuyo recorrido longitudinal prolonga la calle de San Francisco del "cerco antiguo romano" hasta alcanzar el Portal de Tudela, en el extremo más meridional del casco urbano, junto a la Casa de Cultura. En el núcleo de "orient" se localiza la parroquia de San Pedro y consiste en una ordenación urbanística bastante irregular, lo que puede indicar una mayor antigüedad - "Villa Vieja" -, siendo el de "occident" un núcleo organizado de manera más regular con vías prácticamente paralelas, según los planes de repoblación adoptados en Navarra a partir del siglo XII. Este recinto también se fortificó con una línea de murallas de sillares más irregulares y de menor tamaño, hasta enlazar con el cerco romano.

A lo largo de su recorrido se abre en varios portales, ubicándose en el extremo suroccidental el Portal de Falces - también conocido como del Carmen o las Cabras - que coincide con el final de la calle de Medios. La calle Mayor conduce hasta el Portal de Tudela, que lo mismo que el anterior, está documentado en 1264 en tiempos del reinado de Teobaldo II de Navarra Champagne (1238-1253-1270).

Formando parte del castillo-palacio existe un tercer portal llamado de Fenero o del Río por dar salida al Cidacos.

Entre ambos "cercos" existe un amplio espacio abierto - plaza de Carlos III - tratándose de una rambla extramuros del "cerco romano" al que se abre por el Portal del Chapitel. Bajo el suelo de este espacio corren dos galerías paralelas de sólida sillería, unidas por un muro común que relacionan el castillo y la fortaleza con el exterior. La longitud de las galerías conservadas se aproxima a 50 metros, aunque tuvieron antiguamente una mayor extensión. Las galerías se soportan por una sucesión de poderosos arcos fajones que sostienen la bóveda de cañón que los cubre en todo su largo recorrido. Estas galerías pertenecen por su estructura al siglo XIV y se hallan en relación con la construcción del castillo al que debieron servir de huída y abastecimiento en los asedios.

En el extremo oriental de la plaza de Carlos III se localiza el Castillo-Palacio de los Reyes de Navarra y en el occidental el Ayuntamiento.



     portal de Tafalla. Una de las puertas del recinto romano, en el extremo norte de la ciudad, datando en su estado actual del siglo XVII. De estilo herreriano, presenta amplio arco de medio punto labrado en sillería y un ático con frontón recto entre aletones curvos, enriqueciendo su remate bolas y pirámides. El ático alberga un escudo en cartela de cueros retorcidos, timbrado por corona abierta. Desde este portal se ingresa en la calle San Francisco.

portal de Tafalla
y al fondo el tejado del portal del Chapitel



     portal del Chapitel. La calle de San Francisco termina en este portal que asoma a la plaza de Carlos III. Constituye también una de las puertas de la muralla romana, aunque su aspecto actual se debe a reformas góticas. El pasadizo inferior, del siglo XIII, se abre en dos robustos arcos apuntados, reforzando el correspondiente a la plaza de Carlos III uno de doble arco de medio punto interior, y se cubre por un medio cañón algo apuntado. Sobre este cuerpo de sillería se eleva una torre prismática de sillarejo. En su frente principal luce una ventana gótica enmarcada por baquetones con aristas.

 

portal de la torre Chapitel



     portal de Tudela. Se localiza al término de la calle Mayor que parte de la plaza de Carlos III.



O

portal de Tudela
y crucero frente al portal de Tudela



     portal de Falces (o del Carmen, o de Cabras). Enlaza con el Portal de Tudela recorriendo la Rúa del Pozo de trazado curvo y quebrado, atravesando el sectro suroeste.

     Portillo. Se sale al Portillo desde la calle del Seco. Enlaza la plaza de Carlos III con la carretera de Tafalla a Tudela

     portal de Fenero o del Río. Se localiza en el castillo-palacio y conduce al río Cidacos.


fuentes
Olite
merindad de Olite 
Navarra

fuente en calle Mayor
junto a las calles del Hospital y del Cerco

 

fuente frente a la iglesia San Pedro