Rectángulo redondeado: index  web


 

SANTACARA


merindad de Olite


Navarra

Haute-Navarre


Escudo de Santacara.svg

Santacara





Rectángulo redondeado: su colaboración

 


iglesia Nuestra Señora de la Asunción
ermita Santa Eufemia

iglesia Nuestra Señora de la Asunción
Santacara
merindad de Olite 
Navarra

 

iglesia Nuestra Señora de la Asunción

 

Construcción de origen medieval, del siglo XIII influído por el Císter, transformado en el siglo XVI en un templo gótico-renacenstista. Estas obras de transformación afectaron a la cubierta, cabecera y coro.

Presenta planta de nave única medieval de tres tramos - los dos centrales cuadrados y más estrecho el de los pies - con una cabecera pentagonal añadida en el siglo XVI. A la nave se abren tres capillas, dos que funcionan como brazo de crucero desiguales entre sí y otra a la cabecera por el lado del Evangelio. La nave se cubre con cuatro tramos de bóvedas estrelladas que forman complicados dibujos. La capilla mayor se cubre por una bóveda gallonada con terceletes. La capilla del lado del Evangelio por una bóveda rebajada de casetones rectangulares muy modurados. La capilla del crucero, dedicada a Santa Lucía, se cubre por una bóveda reticulada, mientras que la que se encuentra en el lado de la Epístola lo hace con bóveda barroca de aristas. El coro del siglo XVI se alza a los pies de la nave sobre un arco rebajado. El sotocoro se cubre por una bóveda de terceletes y ligaduras con claves lisas. La sacristía queda adosada la cabecera por el lado de la Epístola.

fachada a los pies de la iglesia con portada y óculo

torre medieval

portada s. XIII con arco ligeramente apuntado y tres arquivoltas

Al exterior, muros de sillería que conforman una edificación monumental debido al recrecimiento efectuado en el siglo XVI, lo cual puede apreciarse en el lado de la Epístola. En este lado hay una construcción a media altura que oculta el muro medieval. En el lado del Evangelio se conservan los contrafuertes medievales. La fachada se alza a los pies de la nave con un primer cuerpo formado por grandes sillares medievales sobre el que se alza un recrecimiento del siglo XVI con su óculo. El centro de la parte inferior lo ocupa una portada del siglo XIII con arco ligeramente apuntado y tres arquivoltas molduradas con baquetón. A la derecha se alza la torre medieval que se remata con unos matacanes donde asienta una balaustrada jalonada por pilares cajeados, posiblemente del siglo XVII. En su interior se alberga la escalera de caracol.



retablo mayor



Preside el presbiterio un monumental retablo de estilo romanista, dedicado a la Asunción de la Virgen, cuya ejecución todavía no se había terminado en 1611. Su traza es eminentemente arquitectónica con frontones triangulares y curvos en las tres calles de los cuerpos y del ático. En el banco se esculpe la Piedad, el Camino del Calvario, la Flagelación y la Oración del Huerto. En el primer nivel, la Visitación, Santa Bárbara, la Coronación de Espinas, otra Santa y la Anunciació. En el segundo nivel, los relieves de San Marcos y San Juan, San Pedro y San Pablo en los pedestales y los bultos de San Francisco de Asís, San Sebastián, la Asunción, San Roque y San Antonio. El Calvario del ático está flanqueado por San Miguel y Santiago y en los extremos Moisés y David. Estas esculturas son de canon alargado envueltas en ropajes de elegante disposición, destacando las dos Santas por su porte aristocrático. El sagrario presenta un estilo anterior al del retablo, pudiéndose fechar en el último tercio del siglo XVI. Como telón de fondo del retablo aparecen unas pinturas decorativas fechadas en 1764, con doseles, cortinajes recogidos por ángeles y rocallas rococó. Del mismo estilo es la mesa del altar. El hachero barroco del presbiterio, consistente en una columna salomónica, es de finales del siglo XVII.

De la capilla abierta en el presbiterio, del lado del Evangelio, cuelga un gran lienzo barroco de San Ramón Nonato, de finales del siglo XVII. Sobre el arco de embocadura de la capilla y cobijado en una gran arcada se encuentra un pequeño retablo barroco de la primera mitad del siglo XVII, dedicado a la Asunción. Destaca en él la gran cartela del ático que ciñe un escudo timbrado por corona y campo cuartelado. Preside el retablo una talla barroca de la Asunción con un manto muy movido. A ambos lados, dos tallas barrocas del siglo XVIII de San Juan Bautista y San Saturnino que proceden del Monasterio de la Oliva. La primera capilla la ocupa un pequeño retablo rococó de la segunda mitad del siglo XVIII, presidido por la Virgen del Pilar. Toda la imaginería es moderna excepto la talla barroca de Santa Lucía - antiguo titular - que ocupa el ático. Saliendo a la nave se encuentra una Inmaculada moderna sobre peana rococó.

En el lado de la Epístola se adosa a un muro lateral de la cabecera un retablo barroco de la Virgen del Rosario, del último cuarto del siglo XVII, policromado en el XVIII. Está presidido por una talla vestida de la Virgen del Rosario que conserva la cabeza de época gótica del siglo XIV, mientras que el Niño corresponde al siglo XVII. En el ático, la figura barroca de San Pedro vestido de pontífice. La capilla del crucero alberga un retablo barroco fechable hacia 1670-1680 que preside un Cristo Crucificado del siglo XVII entre una Virgen de vestir y un San Juan del siglo XIX.

En la nave se localiza un púlpito rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII, con un tornavoz de movido diseño en el que se suceden dos cuerpos bulbosos culminados por la figura de la Fe.

A los pies del templo, en unas hornacinas, se conservan tres tallas: la de Santa Lucía (estilo hispano-flamenco de principios del siglo XVI), Santa Eufemia (romanista, de principios del s. XVII, procedente de su ermita) y San Pedro (barroca, del siglo XVIII, envuelto en un ampuloso manto).

La sillería del coro corresponde a principios del siglo XVII y está compuesta por 5 sillas lisas, de estilo manierista, separadas por pilastras acanaladas y brazos con volutas y cabezas. Se ubican también en el coro cuatro tallas de gran tamaño adosadas a la pared y que proceden del monasterio de la Oliva: San Pedro (s. XVII) y tres barrocas del siglo XVIII que representan a San Fermín, Santa Ana y San Francisco Javier.

En la sacristía se guarda un Cristo Crucificado del segundo tercio del siglo XVI. Se conserva también una arqueta-relicario barroca, tipo vargueño, con tapa frontal y cajones, realizada en marquetería combinando madera y carey. En el capítulo de ornamentos, se conserva una casulla blanca, de estilo rococó del siglo XVIII, bordada en un rico colorido a base de grandes motivos florales.



ostensorio
s. XVII

En otro capítulo de orfebrería destaca un ostensorio de broce dorado de la primera mitad del siglo XVII, con cabujones de esmalte coloreados en tonos azules y amarillos. Otras piezas incluyen: cáliz renacentista de plata dorada, de la primera mitad del siglo XVI; otro cáliz de plata, purista sin decorar, de la primera mitad del siglo XVII; dos coronas de plata de mediados del siglo XVII; y crismeras de plata rococó de la segunda mitad del siglo XVIII.

ermita Santa Eufemia
Santacara
merindad de Olite 
Navarra

ermita Santa Eufemia

 

Se localiza cerca del pueblo, al borde la carretera en dirección a Mélida.

Construcción del siglo XIII.

Presenta planta de amplia nave única de cuatro tramos más cabecera recta que se corresponde con cuatro amplios arcos apuntados que soportaban la primitiva techumbre de madera.



 


fachada a los pies de la ermita
con puerta moderna

 


muros reforzados con
potentes contrafuertes

 

 


cabecera recta
y muros del lado de la Epístola

 


cabecera recta
y muros del lado del Evangelio

 


Al exterior, muros de sillarejo reforzados por potentes contrafuertes en cada lado. La puerta moderna se abre a los pies de la nave y sobre ella se alza una estela con estrella. Empotrado en el muro de la Epístola se halla un gran sillar en el que se labra parte de una pilastra acanalada y un crismón, cuya talla recortada parece moderna o por lo menos retocada.

Preside el interior un retablo moderno.


casas y palacios
Santacara
merindad de Olite 
Navarra

En Santacara se encuentra un elevado número de viviendas del siglo XVI, época en que debió experimentar un fuerte desarrollo urbanístico tras el cese de las contínuas hostilidades en Navarra en el siglo XV. Abunda el característico portalón de arco de medio punto dovelado, o con ligero apuntamiento.

 

O



Una visita a Santacara descubre numerosas casas de esta época, algunas blasonadas, o con arcos conopiales y bolas de estilo Reyes Católicos.

 


ruinas del castillo      
Santacara
merindad de Olite 
Navarra





Del antiguo castillo de Santacara se conserva en lo alto del monte, que domina la población, el muro de un imponente torreón. 

Este castillo formaba parte de la línea defensiva del río Aragón, en la época en que los muladíes Banu Qasi y luego la taifa de Zaragoza mantenían muy cerca sus fronteras con el reino de Navarra. La vieja fortaleza pudo haber sido rehecha o modernizada a finales del siglo XIII por iniciativa de la reina de Navarra y de Francia Juana I y de su esposo el rey de Francia Philippe IV "le Bel", una muestra de la decisión de consolidar la independencia del Reyno de Navarra tras las repetidas ambiciones de los reinos de Castilla y de Aragón.





 




 

 

Su papel de atalaya fluvial se puede comprender si subimos al monte, situado a 425 metros de altitud, y contemplamos el entorno. Desde la torre, se divisan algunos puntos de referencia estratégicos de la comarca del bajo Aragón, como el alto de Rada, el de Larrate (en Carcastillo), el castillo de Murillo el Fruto, y la población -antaño también amurallada- de Mélida.

Este vestigio representa uno de los pocos castillos navarros que se conserva íntegro desde la Edad Media, y que no ha tenido conservación alguna como ha ocurrido en otros lugares. Algunos trabajos de consolidaciónhan sido emprendidos, habiéndose colocado una pasarela de acceso. Conserva elementos originales, como las almenas en forma de pirámide y las típicas ladroneras.


arqueología
Santacara
merindad de Olite 
Navarra

 

vestigios de ciudad romana

El origen de Santacara es anterior a la época de la colonización de Roma, si bien es en la Romanización cuando alcanza mayor importancia, dejando profunda huella en los innumerables restos arqueológicos encontrados, e incluso en la propia toponimia, "Santacara" o "Cara cristianizada". Se trata de la ciudad de los "carenses" de la que habla Plinio al enumerar los pueblos del "Conventus Caesaraugusta". También el "Anónimo de Rávena" en su Cosmografía (siglo VII) cita a Cara en la vía que unía Caesaraugusta y Pampaelo, vía que existía desde los tiempos de Tiberio.

En la ladera que desciende hacia el río Aragón se han encontrado fagmentos de cerámica de un primer asentamiento que data de la I Edad del Hierro.

Son numerosos los hallazgos de época romana, entre otros: varios miliarios de las épocas de Tiberio (año 14 d.C) y de Adriano (año 134 d.C.), otros de Maximino y Máximo (año 238), Caro (año 282) y Numerario (año 288); dos hermosos capiteles del siglo I d.C., de orden corintio, y un bloque en proceso de talla, que se conservan en el Museo de Navarra en Pamplona; y un fragmento de cabeza masculina.


 


.

capiteles coríntios romanos

 


.

 

 


 


 


Se han encontrado también numerosos restos de edificaciones, lugar que nos han mostrado con orgullo algunos niños del pueblo. Numerosas casas muestran empotrados en sus muros restos de edificios romanos. Se ha hallado un gran "decumanus", o calle de trazado Este-Oeste.

 

nota arqueológica del Ayuntamiento de Santacara