Construcción en estilo gótico-renacenstita ejecutada entre 1528 y 1581 a expensas del Abad del monasterio de La Oliva, sustituyendo a otra anterior medieval de principios del siglo XIII, que debió ser un templo cisterciense y de la que se aprovecha parte del espacio y muro de la nave hacia los pies así como en la capilla del lado del Evangelio.
Presenta planta de cruz latina de nave única con tres tramos más los brazos del crucero rectos, los cuales comunican por arcos de medio punto con dos capillas laterales adyacentes, cabecera pentagonal y coro alto a los pies sobre un arco rebajado. El espacio medieval de los pies se cubre por una bóveda de cañón que se articula por tres arcos fajones pentagonales del siglo XIII, contemporáneos de la escalera de caracol inmediata. El resto de la iglesia corresponde al siglo XVI y se cubre con bóvedas góticas de terceletes. La capilla mayor se cubre por una bóveda gallonada que dibuja una estrella igual que la del sotocoro. La sacristía vieja queda adosada a la cabecera por el lado de la Epístola y corresponde también al siglo XVI, cubriéndose por una bóveda de crucería. En el lado del Evangelio se adosa otra sacristía neoclásica construida hacia 1800, cubriéndose con una bóveda de aristas.
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ábside poligonal, torre y
lateral del lado del Evangelio
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muro exterior del lado de la Epístola
y gruesos contrafuertes
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torre con el primer
cuerpo medieval
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portada renacentista s. XVI
de arco rebajado escarzano
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muro hastial
y portada
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hornacina de Santa Bárbara
remate de la portada
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torre con cuerpos superiores del s. XVII
y balaustrada moderna
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Al exterior, muros de sillar bien labrado con gruesos contrafuertes prismáticos. La puerta se abre en el muro hastial, labrada en estilo renacentista a finales del siglo XVI. Forma un gran arco rebajado de abundantes molduraciones entre pilastras acanaladas que soportan un friso con triglifos y metopas. En la pequeña hornacina del remate, añadida en época posterior y compuesta de elementos muy heterogéneos, se alberga una escultura de piedra de Santa Bárbara, obra del siglo XVIII. La torre se adosa al tramo central de la nave por el lado del Evangelio. Aprovecha en el primer cuerpo los restos de la torre medieval, al que en el siglo XVII se añadieron otros dos superiores. El de campanas, abierto por arcos de medio punto, culmina en una pequeña balaustrada y espadaña de construcción reciente.
Preside el presbiterio un retablo mayor de estilo romanista ejecutado a finales del siglo XVI y reformado en el siglo XVIII, afectando al primer cuerpo y al banco. Tiene una traza en artesa para adaptarse al ochavo del ábside. Toda la escultura, exceptuando las tres tallas centrales del cuerpo primero que son posteriores, pertenecen al pleno Romanismo algo anterior a 1600, de aceptable calidad artística aunque disimulada por una policromía barroca del siglo XVIII. Los tableros del banco representan los pasajes de la Última Cena, el Lavatorio, el Prendimiento y la Oración del Huerto. En el cuerpo bajo, el Camino del Calvario y Cristo a la Columna. En el cuerpo siguiente, la Anunciación y la Adoración de los Pastores enmarcando a la Virgen sedente con el Niño entre los de San Esteban y una santa mártir. La imagen de Santa Úrsula y las de San Pedro y San Pablo más el sagrario y el expositor pertenecen al siglo XVIII y debieron incorporarse al retablo tras la reforma de la mazonería.
Santa María sedente con el Niño
En el lado del Evangelio se encuentran los retablos dedicados a San Gregorio (muro frontal del brazo del crucero, rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII, en cuya hornacina central se localiza la talla de San Gregorio de la época del retablo igual que el San Ramón Nonato del ático, siendo modernas las imágenes de San Isidro y San Antonio de las calles laterales); al Santo Cristo (muro extremo del brazo del crucero, rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII, con una talla de Cristo Crucificado del siglo XVII y las de San Juan y la Virgen del XVIII); y a la Dolorosa (neoclásico de hacia 1800 con policromía imitando mármoles, con tallas barrocas de San Joaquín y Santa Ana, una imagen moderna de la Dolorosa y una Virgen del Pilar en el ático sin rasgos estilísticos concretos).
En el lado de la Epístola se localizan los retablos del Sagrado Corazón de Jesús (muro frontal del brazo del crucero, rococó, de traza idéntica al retablo de San Gregorio, con esculturas de San José, San Francisco Javier y San Andrés de la época del retablo y la del titular, moderna); San Miguel (muro extremo del brazo del crucero, primitivamente dedicado a San Bernardo en el Monasterio de la Oliva de donde vino en 1845. Su traza es propia de la primera mitad del siglo XVII, con pinturas tenebristas sobre tabla en el banco y una representación de San Miguel abatiendo a los demonios en el cuerpo); y del Rosario (recompuesto con elementos varios de los siglos XVII y XVIII, con una talla barroca de San Juan Bautista y otra moderna de la Virgen del Rosario).
En la sacristía vieja se conservan varias obras de arte sacro, entre ellas una sillería barroca de coro de la primera mitad del siglo XVIII que procede del Monasterio de La Oliva y que consta de 11 asientos. Otras 6 sillas barrocas son de hacia 1700. En un oratorio conventual de Pamplona se conservan las tablas con pinturas manieristas de hacia 1600 del Salvador y los doce apóstoles que formaban el respalpo de la cajonería del Monasterio de La Oliva y que estuvieron en esta iglesia de Murillo el Fruto.
En la sacristía nueva se conserva una talla de Cristo Crucificado del siglo XVII. Y en las dependencias parroquiales se guarda una talla de la Magdalena del siglo XVI, muy retocada en el XVIII y otra de San Miguel, barroca, del siglo XVIII.
Se conservan también algunas piezas de orfebrería: cáliz barroco de plata de hacia 1800; otro cáliz de traza neobarroca; campanilla de bronce que sigue modelos italianos o flamencos del siglo XVI, aunque pertenece al estilo barroco hispano del siglo XVII; y crismeras de plata que siguen modelos barrocos de hacia 1700.
