iglesia Santiago 
Garde
merindad de Sangüesa 
Navarra

iglesia Santiago

Construcción de origen posiblemente medieval, según testimonia la robusta torre, aunque su configuración actual corresponde al siglo XVI. Fue reedificada a raíz de un incendio desde principios del siglo XVII, prolongándose las obras durante buena parte de ese siglo, a cuyo momento pertenece la cubierta con sus complejas bóvedas de crucería de nervios rectos. La sacristía se añadió en el siglo XVI.

Presenta la iglesia una notable monumentalidad, como casi todas las parroquias roncalesas.

 

cabecera y retablo churrigueresco

La planta es de amplia nave única de tres tramos iguales, incluído el del crucero, con sendas capillas laterales, lo que le confiere forma de cruz latina, y una cabecera poligonal de cinco paños. La sacristía se cubre por una bóveda de aristas y queda adosada a la cabecera por el lado del Evangelio. El coro de madera se alza a los pies de la nave sobre un arco carnapel de atrevida línea, apoyado en pilastras. Los muros se encuentran enlucidos. La cubierta es íntegramente de bóveda de nervios. La correspondiente a la cabecera se estructura en dos tramos, uno con bóveda semiestrellada y el otro de terceletes, solución ésta última que se aplica en las capillas de los brazos del crucero.

ábside exterior poligonal y lado de la Epístola

torre adosada a los pies de la nave

puerta de arco de medio punto

portada de medio punto
herrajes antiguos en la puerta

 

Al exterior, se configura como un gran volúmen horizontal de considerable altura con muros de sillar de pequeño tamaño, entremezclándose con sillarejo en algunas zonas. La torre se adosa a los pies de la nave por el lado de la Epístola y, aunque de origen medieval, debió de sufrir una profunda modificación en el siglo XVI para adaptarla y armonizarla con la nueva nave. Entre la torre y la capilla del crucero se sitúa la puerta de entrada con su arco de medio punto y su rosca adornada por una pareja de molduras características del siglo XVI. La puerta de madera conserva bellos herrajes antiguos. Por encima de ambas construcciones corre un conjuratorio o galería de madera que comunica al edificio un aire pintoresco.

 

detalle
retablo mayor

El retablo mayor, de forma ochavada, es de estilo churrigueresco, encargado en 1697 para sustituir a otro retablo anterior que fue destruido en un incendio. La imaginería es contemporánea del retablo e incorpora esculturas de gran monumentalidad, aunque toscas, conservando la policromía original. Puede destacarse la talla de buena calidad de Nuestra Señora de Zuberoa, titular de la ermita de su nombre, de estilo y época de transición del románico al gótico, de la primera mitad del siglo XIII. En los laterales del retablo se ubican adosados a los muros seis sitiales de coro, de estilo rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII.

El retablo de San Francisco Javier es de estilo barroco, de la segunda mitad del siglo XVII.

La capilla del lado del Evangelio está presidida por un retablo-baldaquino dedicado a la Virgen del Rosario, de estilo rococó, de mediados del siglo XVIII, que conserva el cuerpo de San Bonifacio mártir vestido con ricas sedas dieciochescas, que fue regalado a la villa en 1733 por el arcediano de Pamplona que lo trajo de Roma. En la capilla del lado de la Epístola se ubica un retablo similar, dedicado a San José.

En el coro se conservan once sitiales formando parte de la sillería del presbiterio. Un facistol de igual estilo rococó completa el conjunto. El órgano colocado en 1913 es de estilo neoclásico y sustituye al ejecutado en 1729 por el maestro de Lerín.

En la sacristía se conservan algunas piezas de orfebrería. Entre los cálices existentes destaca uno de plata dorada de la primera mitad del siglo XVII, de estilo purista. Otras piezas incluyen un copón de plata barroco del siglo XVIII y un ostensorio de metal dorado de estilo neoclásico.