Construcción de mediados del siglo XVI que sustituye a otra iglesia protogótica del siglo XIII, quizá ésta de tres naves, permaneciendo algunos elementos arquitectónicos como la portada gótica que se instaló en el siglo XV. El aspecto actual del templo obedece sin embargo a una remodelación neoclásica del último cuarto del siglo XVIII, llevada a cabo ante la ruina que amenazaba el edificio.
Presenta planta de cruz latina con amplia nave de tres tramos, con capillas laterales, crucero con brazos de disposición irregular y profunda cabecera recta. Las bóvedas son de medio cañón, recubriendo todo el recinto. En el crucero voltea una media naranja elíptica con pechinas, perforada por cuatro huecos ovales entre parejas de fajas. Todo ello responde a un proyecto clasicista de gran empaque arquitectónico, representando uno de los más interesantes conjuntos del Neoclasicismo navarro, claramente emparentado con el arte de Ventura Rodríguez. A ambos lados de la nave corren parejas de capillas comunicadas entre sí y cubiertas por pequeñas cúpulas elípticas. En el tramo de los pies las capillas se sustituyen por vestíbulos, que asoman a la nave por medio de portadas adinteladas con semicolumnas de capiteles compuestos. El coro es de estilo barroco, de mediados del siglo XVIII, que contradice el estilo neoclásico del templo, y lleva tres tramos de bóveda de medio cañón con lunetos y cuarto de esfera gallonada. Existen dos sacristías que flanquean el presbiterio, la antigua del siglo XVI del lado de la Epístola cubierta con bóveda de terceletes y la otra construida entre 1715 y 1718, aunque arreglada en la época neoclásica, y cubierta con media naranja rebajada entre potentes medios puntos.
|
pórtico de ladrillo en lateral
del lado
de la Epístola
|
lateral exterior del
lado de la Epístola
|
bloque de sillería y
pequeña torre octogonal
|
|
|
portada s. XVIII
y ático con hornacina
|
portal gótico s. XV
lateral del lado del Evangelio
|
portal con doble arco
carpanel y conopial
|
|
|
capiteles en
portada gótica
|
|
capiteles en
portada gótica
|
|
A finales del siglo XVII se enmascaró buena parte del lado de la Epístola con una especie de pórtico de ladrillo que presenta dos grandes arcos de medio punto entre contrafuertes, rematados por una galería adintelada. Bajo el arco de los pies de la nave se localiza una portada de mediados del siglo XVIII que presenta arco de medio punto de dovelaje alternante y sobre él un ático que aparece suspendido sin ninguna relación con la parte inferior. Está compuesto por parejas de pilastras cajeadas que enmarcan una hornacina de medio punto bajo venera, rematada en aparatosos cortinajes que penden desde un águila dispuesta en la superior. En el lado del Evangelio destaca el portal gótico del siglo XV con un arco carnapel interior y otro conopial exterior. Sobre esta portada y a lo largo de todo el muro del lado del Evangelio monta un recrecimiento barroco de ladrillo con pilastras y vanos rectos entre ellas.
A los pies del templo sobresale el rotundo bloque de sillería del coro que oculta en parte los arranques de un grandioso nichal de arco apuntado que centra el muro protogótico de los pies de la nave. Por encima de esta estructura, una imposta marca el tránsito a la primitiva torre medieval de la que solo se conserva el frente delantero con restos de otro arco apuntado. Culmina este imponente muro, en el lado de la Epístola, una pequeña torre octogonal de ladrillo, que parece obra barroca del siglo XVII.
Se venera en el presbiterio la talla de Nuestra Señora de las Arcas, sedente, titular de su desaparecida ermita, obra renacentista de un bello expresivismo, de la primera mitad del siglo XVI, aunque todavía con influencias flamenquizantes. Lleva una vistosa policromía del siglo XVIII. Se localiza también en el presbiterio un Cristo Crucificado de hacia 1570 con cruz del siglo XVIII.
En el lado del Evangelio se encuentra el retablo de San Juan Bautista (brazo del crucero, barroco preludiando el rococó con delicada decoración). Los relieves aluden a San Juan con el Bautismo de Cristo y la Decapitación del Bautista. En el aparatoso sagrario, un gracioso relieve de San Juanito postrado en tierra y besando los pies al Niño Jesús. El templete central alberga una talla del Salvador, del siglo XVIII y a sus lados una imagen moderna de San José y una barroca de San Isidro Labrador. En el ático, una buena talla de San Juan Bautista); de la Inmaculada Concepción (en su capilla, rococó realizado entre 1760 y 1761, con un espectacular ático mixtilíneo, con una excelente talla barroca tardía de la Inmaculada de hacia 1770 que trajo de Madrid Vicente Badarán. Centran a la Virgen las tallas de San Joaquín y Santa Ana, de la misma época, luciendo en el ático un relieve oval de la Trinidad); y de San Pedro (en su capilla, neoclásico, de principios del siglo XIX, con policromía imitando mármoles, que alberga en la hornacina central una talla de San Padro en cátedra de la época del retablo, todavía de esquema barroco. En los laterales, un Evangelista del siglo XVIII de paños berninescos y un Santiago de estilo romanista, de principios del siglo XVII).
En el lado de la Epístola, los retablos de la Virgen de la Nieva (en su capilla, neoclásico, similar al retablo de San Pedro y misma época, con una talla moderna de la titular y las tallas del siglo XVIII de San Francisco Javier y un santo mercedario); de la Virgen del Rosario (en su capilla, rococó, haciendo pareja con el retablo de la Inmaculada, con una buena talla de la Virgen de época, acompañada por las tallas de Santo Domingo de Guzmán y San Vicente Ferrer, de la misma época); y el de Santa Catalina (muro extremo del crucero, que hace pareja con el retablo de San Juan Bautista, con una talla de la titular en el ático, de la época del retablo, e imágenes modernas de los Corazones de Jesús y María y una talla de la Virgen del Carmen del siglo XVIII). La capilla abierta al muro frontal del brazo del crucero alberga un Cristo Crucificado del siglo XVII, muy repintado, y una Dolorosa de candelero del siglo XVIII.
Recorre el frente principal del coro una sillería manierista de nueve sillas, de principios del siglo XVII.
En la sacristía se encuentra una fuente barroca del siglo XVIII, labrada en piedra. El Cristo Crucificado romanista que cuelga en la estancia es de principios del siglo XVII. Se conserva también un terno rojo de terciopelo, de principios del siglo XVII, aunque aprovechado en telas del XIX. Conserva casulla y dalmática con escudo de Falces. Hay otro terno de damasco rojo bordado en plata, del siglo XIX. De la misma época es otro terno blanco con bordados en oro y una casulla de las mismas características.
En el capítulo de orfebrería, se conservan algunas piezas: cáliz de plata dorada de estilo neogótico, fechado en 1876; copón de plata, barroco, fechado en 1763; crismera de plata, barroca, de la segunda mitad del siglo XVIII; cruz parroquial de metal dorado de la primera mitad del s. XIX; y ostensorio de metal dorado, de estilo neoclásico.
En la vieja sacristía y otras dependencias parroquiales se conservan algunas obras de arte, entre ellas una talla de Cristo yacente del siglo XVI.
