Construcción de estilo gótico-renacentista, de hacia 1600.
Presenta planta de cruz latina con nave única de cuatro tramos, brazos de crucero rectos, y cabecera poligonal. El coro alto a los pies de la nave sobre un arco rebajado y el último tramo de la nave fueron añadidos en el año 1906, sustituyendo a un coro anterior. Todo el espacio se cubre con bóvedas de nervios mixtilíneos que dibujan terceletes en la nave y brazos del crucero, una rígida estrella en el tramo central del crucero y gallones sobre la capilla mayor. La sacristía queda adosada a la cabecera por el lado del Evangelio con techumbre plana moderna que sustituye a la primitiva bóveda gótica.
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lateral del lado de la
Epístola y ábside poligonal
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acceso
a la lonja
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lateral del lado del
Evangelio y ábside poligonal
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pórtico con dos arcos de medio punto
año 1739
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dintel de acceso a la lonja con remate
triangular quebrado entre bolas
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arco del pórtico
y portada
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arreglo del atrio en 2013
portada
s. XVII
Al exterior, muros muy macizos labrados en gruesos sillares con contrafuertes. En el muro frontal del crucero de la Epístola se abre un gran rosetón de tracería flamígera del siglo XVI. Anterior a 1682 es la portada del templo que se ejecutó con la torre. La puerta está formada por un arco de medio punto con decoración de tipo serliano entre columnas dóricas acanaladas sobre altos plintos de decoración geométrica. Estos soportes sustentan un friso de triglifos y rosetas más un frontón recto partido con pirámides en los arranques, coronando todo el conjunto una pequeña hornacina avenerada entre pilastras que remata, a su vez, en frontón recto.
Protege la portada un pórtico de sillería con dos arcos de medio punto sobre pilares, que ostenta la fecha de 1739. Su cuerpo superior es moderno, de la época de la ampliación de la iglesia. La torre de estilo herreriano fue construida hacia 1680 a los pies de la edificación primitiva. Ante la iglesia se extiende una lonja a la que se accede por dos entradas del siglo XVII, compuestas por un dintel con remate triangular entre bolas.
Preside el templo un interesante retablo mayor barroco de gran tamaño, ejecutado entre 1708 y 1711 juntamente con el colateral del Santo Cristo. Recubre la mazonería una profusa y movida ornamentación a base de follaje vegetal - de talla de calidad - de amplios roleos, donde se intercalan un sinnúmero de angelotes y niños desnudos. La iconografía es muy cuidada y de gran finura, resaltada por el bello colorido barroco y las dinámicas composiciones. En el banco se suceden relieves de la Anunciación y la Huída a Egipto, y al cuerpo corresponden la talla sedente de San Pedro entre las de San Bartolomé y un santo dominico. Centra el ático el Calvario con figuras de San Miguel y el Ángel de la Guarda a ambos lados.
Virgen de Pitillas
Inmediata al retablo, dentro del ámbito del presbiterio, se localiza una talla gótica de la Virgen sedente con el Niño, de principios del siglo XIV con la policromía rehecha en el XVI, que procede de la ermita de Santa Ana.
En el muro frontal del brazo del crucero, del lado del Evangelio, se encuentra el retablo barroco de San Ramón Nonato, de hacia 1700, de estilo cercano al retablo mayor y al colateral del Santo Cristo. En el cuerpo del retablo se aloja un lienzo barroco de San Ramón coronado por Cristo y la Virgen y en el ático otro de la Virgen del Pópolo, ambos contemporáneos de la mazonería. El retablo conserva su bella policromía primitiva en tonos cálidos con abundancia de oro sobre fondos rojos. Al muro extremo del brazo del crucero se localiza el retablo barroco de las Ánimas, de finales del siglo XVII, con la decoración rehecha en 1749 en estilo rococó temprano. Se remata con una Gloria con el Espíritu Santo, coronando el conjunto un pequeño ático curvo entre machones. El lienzo de Ánimas con su marco de hojarasca es contemporáneo de la mazonería, igual que la pintura del Santo Peregrino situada en el ático.
En la capilla del Baptisterio, que pertenece a la ampliación de la iglesia, se conserva la pila bautismal, fechada en 1899.
El púlpito es de estilo barroco, muy rehecho, y se corona por un tornavoz rococó decorado con niños sobre volutas y con una talla de la Fe en el remate.
En el muro frontal del brazo del crucero, del lado de la Epístola, se encuentra el retablo barroco de Santa Ana, de hacia 1700. Su hornacina central aloja al grupo escultórico de Santa Ana, la Virgen y el Niño, obra expresivista del segundo tercio del siglo XVI, muy repintada, que procede de la ermita de su nombre. La talla de San José pertenece al siglo XIX y el San Antonio es moderno, mientras que el lienzo del ático que representa a San Francisco Javier es barroco de la época del retablo. El retablo barroco del Santo Cristo fue ejecutado entre 1708 y 1711, igual que el retablo mayor con el que forma conjunto. Lo preside un impresionante Cristo muerto en majestad, con cuatro clavos de tamaño natural, interesante obra románica tardía, del siglo XIII, aunque repintada en otra época. De la época del retablo es el lienzo con pintura de la Virgen del Carmen coronada por ángeles, de estilo barroco popular, que se aloja en el ático. A ella se ha superpuesto un lienzo de Cristo a la columna del siglo XVII.
En el coro se conservan 9 asientos de una sillería de estilo barroco que se acabó de ejecutar en 1764.
En la sacristía se conserva un Cristo Crucificado del siglo XVIII y algunas piezas de orfebrería: cáliz de plata dorada, rococó, de la segunda mitad del s. XVIII; campanilla de plata, de la primera mitad del s. XVI; crismeras barrocas, de hacia 1700; y una cruz parroquial de plata, estilo rococó, de hacia 1758-1759.
En la casa parroquial se custodian, entre otros, los lienzos barrocos de San Pedro y San Bartolomé, ambos del siglo XVII, que proceden de la ermita de San Bartolomé. Se conservan también algunas tallas del segundo tercio del siglo XVI que formaban parte del retablo de la ermita de Santa Ana, a saber, Santa Catalina, Santa Lucía, San Miguel, el busto del Padre Eterno y una orante, todas ellas con rasgos marcadamente expresivistas aunque con la policromía rehecha. Entre otras tallas conservadas, la romanista de San Pedro de principios del s. XVII y la de Cristo a la Columna.
