iglesia San Millán
Oco
merindad de Estella
Navarra
iglesia San Millán
torre, ábside y muros de la sacristía
Construida en torno a 1200 en estilo románico, con influencias protogóticas procedentes del vecino monasterio Santa María la Real de Iranzu. Se conserva en su estado de origen, prácticamente sin transformaciones posteriores. El influjo del Císter queda patente en los fajones apuntados, en las cubiertas de cañón, en la portada y en la sobriedad y robustez del edificio.
Presenta planta de larga nave única con cuatro tramos y ábside semicircular en la cabecera. En el siglo XVI se recrecen los muros y se construye una pequeña capilla cubierta con una bóveda gótica y la sacristía, también gótica.
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torre
s. XVII
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ábside
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torre estilo
herreriano
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portada de arco apuntado
bajo pórtico
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nave y presbiterio
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nave con bóvedas y arcos fajones apuntados de medio cañón
y presbiterio con retablo mayor
La portada es medieval, de arco apuntado con dos arquivoltas y está protegida por un pórtico del siglo XVII con dos medios puntos sobre pilar central. La torre, de estilo herreriano, es también del siglo XVII.
Preside el templo un retablo mayor romanista, de finales del siglo XVI, dedicado a San Millán. La escultura es de gran expresividad y la traza del retablo, eminentemente arquitectónica, responde a un típico proyecto manierista.
A los pies de la iglesia, del lado del Evangelio, cuelga un lienzo de Ánimas, con la Santísima Trinidad y la Virgen del Carmen presentando un alma a Cristo, de finales del siglo XVII.
En la capilla se encuentra una pila bautismal de piedra de época medieval. La talla hispano-flamenca de San Juan Bautista de esa capilla, es de hacia 1500 con policromía arreglada en el siglo XVIII.
En la sacristía se guarda el retablo de época barroca (tercer cuarto s. XVII) de San Bartolomé.
Respecto a la orfebrería custodiada en la sacristía hay que citar: un cáliz de plata punzonada en Pamplona de la primera mitad del siglo XVIII, crismeras plateadas del siglo XIX y un relicario de plata tipo ostensorio de finales del siglo XVIII.
Oco comparte la ermita de San Bartolomé de Abaigar.