iglesia San Miguel
Leiza
merindad de Pamplona
Navarra
iglesia San Miguel
Construcción de finales del siglo XVI, con reformas y ampliaciones en el siglo XVIII que en la práctica supusieron casi una construcción de nueva planta y que le otorgaron la configuración actual.
Existió anteriormente otra iglesia de época medieval, de la que no han quedado vestigios.
Leiza sufrió un gran incendio en 1421 cuando se quemaron 14 casas y en 1444 fue de nuevo incendiada y destruida por los guipuzcoanos que apoyaban a los castellanos en las luchas entre Juan II de Castilla y el rey viudo de Navarra e infante de Aragón, don Juan de Trastamara.
Presenta planta de cruz latina formada por una nave de tres tramos más amplio crucero y cabecera recta, a la que se adosa la sacristía por el lado de la Epístola. Los tramos de la nave, los brazos del crucero, la cabecera y la sacristía se cubren mediante bóvedas de lunetos, en tanto que para el tramo central se emplea una de arista. El coro de obra se emplaza en el último tramo de los pies de la nave, con dos alas laterales avanzadas.
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vista de la
fachada principal
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fachada principal
a los pies de la nave
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torre del
lado del Evangelio
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procesionario
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puerta de
arco rebajado escarzano
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torre y muros
del lado del Evangelio
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Al exterior, muros de sillar parcialmente enlucidos. La nave queda rodeada por un procesionario neoclásico de cubierta plana, abierto por huecos adintelados, excepto el central del muro hastial, de medio punto enmarcado por pilastras, y cuatro vanos del lado del Evangelio que presentan forma de arco apuntado. Sobre gran parte de los dinteles se disponen pequeños balcones en un segudo nivel. Cobija en su interior tes puertas de arco escarzano de ingreso al templo, dos de ellas localizadas en los brazos del crucero y la tercera a los pies de la nave. El muro hastial queda rematado en su parte central por una hilera de canes sobre los que se dispone una balaustrada flanqueada por dos cuerpos cúbicos. El del lado del Evangelio se configura en el fuste de la torre.
Preside el templo un importante retablo mayor barroco del siglo XVII y comienzos del XVIII, ampliado y recompuesto en 1771. En su iconografía se emplean tallas de diferentes épocas y estilos. Las tallas de San José y San Miguel alanceando al dragón son barrocas del siglo XVIII, mientras que la de San Juan Bautista es renacentista expresivista, del segundo tercio del siglo XVI. La talla de San Tiburcio es romanista de hacia 1600. El ático alberga un Cristo Crucificado tardorromanista de la primera mitad del siglo XVII.
En el brazo del crucero del lado del Evangelio se encuentran los retablos dedicados a la Virgen del Rosario, de estilo neoclásico de la primera mitad del siglo XIX, y a la Milagrosa, moderno, de principios del siglo XX. En el lado de la Epístola, los retablos simétricos a los anteriores dedicados a la Inmaculada y a la Dolorosa.
En el coro se conserva una sillería barroca decorada con arcos de medio punto entre pilastras.
cáliz
Méjico h. 1779-1788
vinajeras
s. XVIII
En la sacristía se conservan piezas de orfebrería, algunas de gran interés. Destaca por su calidad la cruz parroquial de plata dorada, de la primera mitad del siglo XVI con remates de gusto gótico y decoración a cincel y a buril. Otras piezas: tres cálices, uno de plata dorada de estilo bajorrenacentista del último tercio del siglo XVI, y dos mejicanos del último tercio del siglo XVIII, uno de plata y el otro de plata sobredorada; crismera barroca de plata del siglo XVIII con forma de arqueta; incensario barroco de plata del siglo XVIII; ostensorio neoclásico de bronce dorado, del siglo XIX; y unas vinajeras de plata sobredorada, a juego con uno de los cálices mejicanos citados, del último tercio del siglo XVIII.
