SAN PEDRO "el VIEJO"


Huesca

Aragón






De construcción románica primitiva, es una de las iglesias más antiguas de Huesca. Conserva en la capilla de San Bartolomé - antigua sala capitular del monasterio - los sepulcros del rey de Aragón y de Navarra Alfonso I "el Batallador" y del rey de Aragón Ramiro II que se retiró a este lugar tras abdicar del trono.

Al conquistar la ciudad de Huesca en 1096, los cristianos del Reino de Aragón descubrieron, en el lugar que hoy ocupa el monasterio, un templo cristiano visigodo dedicado a San Pedro y que había sido utilizado durante el dominio árabe por los mozárabes de la ciudad (entonces llamada Wasqa). El templo fue apodado “el viejo” por estos cristianos recién llegados, nombre que ha perdurado hasta nuestros días.

El templo fue donado a la orden de los benedictinos, los cuales quisieron renovarlo y convertirlo en un monasterio acorde a los cánones estéticos de la época, es decir, lo que se denomina actualmente estilo románico. El comienzo de su construcción se sitúa en el año 1117, durante el reinado de Alfonso I el Batallador y poco antes de la conquista de la ciudad de Zaragoza.
















castillo de Montearagón

donde fue sepultado Alfonso I "el Batallador"

1134

La iglesia de San Pedro alberga desde hace siglo y medio el sepulcro de Alfonso I "el Batallador", rey de Aragón y de Navarra, enterrado inicialmente en 1134 en el monasterio de Jesús Nazareno de Montearagón. Sus restos no fueron conducidos hasta el panteón real de San Juan de la Peña donde reposaban los restos de su hermano Pedro I, su padre Sancho Ramírez y su abuelo Ramiro I, el fundador de la dinastía, hijo natural del rey navarro Sancho III "el Mayor". A resultas de las leyes desamortizadoras de los regímenes liberales-centralistas del siglo XIX y el subsiguiente abandono de Montearagón, los restos del rey fueron trasladados a Huesca en 1843.

otros enterramientos de los Reyes de Navarra en:

esculturas yacentes en el museo de Louvre (París):