Construcción de origen medieval de cuya época nos han llegado los muros y la torre. En el siglo XVI se llevaron a cabo algunas reformas, de cuya época nos ha quedado principalmente la puerta y la pila bautismal. En la época barroca del siglo XVIII se instaló la cubierta actual.
Presenta planta de nave única rectangular de cinco tramos con cabecera recta, a la que queda adosada la sacristía por el lado de la Epístola. Entre la puerta de acceso y la cabecera se abre en ese mismo lado la capilla bautismal. Los muros del interior aparecen enlucidos. La bóveda barroca de la nave es de lunetos, mientras que la capilla se cubre por bóveda de nervios moldurados típica del siglo XVI y la sacristía por una moderna.
|
vista de la iglesia
del lado del Evangelio
|
|
torre a dos aguas
con campana
|
|
El exterior, de tipo rural, carece de rasgos estilísticos significativos presentando muros de sillarejo. La torre es de escasa altura y se emplaza sobre el tramo de los pies de la nave. La portada es tardogótica del siglo XVI con arco apuntado abocinado con dos arquivoltas compuestas a su vez por múltiples molduras cóncavas y convexas, con impostas decoradas con bolas de estilo Reyes Católicos. La puerta conserva herrajes antiguos.
retablo del Calvario
retablo de Pentecostés
Preside el presbiterio un retablo mayor dedicado a San Martín de estilo rococó, del tercio final del siglo XVIII. Destaca la talla de San Martín vestido de obispo, de época barroca. Las figuras son en general de pequeño tamaño y en ocasiones son auténticas miniaturas. Las dos escenas del banco y las del ático fueron parte de un mismo conjunto y a la vista de los elementos empleados en las hornacinas - cubiertas aveneradas y balaustres - se pueden atribuir a una época renacentista de hacia 1530. Los relieves deben pertenecer a una época algo anterior.
En los lados del Evangelio y de la Epístola se ubican dos pequeños retablos dedicados, el primero a la Venida del Espíritu Santo y el segundo a la Pasión de Cristo, del siglo XVIII. Tiene gran interés la escultura que incorporan. El armazón de ambos retablos es de estilo rococó. En el primer retablo, el grupo en que figura la Pentecostés está flanqueado por un caballero, quizá San Julián, y una dama ricamente ataviada que debe representar a una santa. En el segundo retablo, en el que destaca la sensación de profundidad, se representan el Camino del Calvario y la Crucifixión. Ambos retablos muestran un realismo facial en las figuras, plegados angulosos en los ropajes, detallismo y una composición apiñada de las personajes que llevan a pensar en un origen flamenco. La tracería original gótica del segundo retablo se vincula estrechamente con retablos flamencos del foco bruselense realizados entre 1500 y 1510.
Adosado al muro del lado del Evangelio de halla un nicho de madera que cobija una talla de la Virgen del Rosario, barroca del siglo XVII, aunque dentro de la tradición romanista, con repinte moderno. La capilla bautismal cuenta con un retablo barroco de la primera mitad del siglo XVIII. La escultura gótica de la Virgen de la Victoria procede de la ermita de su nombre y pertenece al siglo XIV, con policromía moderna.
En la sacristía se conservan algunas piezas de orfebrería: ostensorio de bronce dorado de mediados del siglo XVII con un sol del XVIII; cáliz de plata del siglo XVII; y un juego de crismeras neoclásicas de plata con forma de arqueta.
Se conserva también en la sacristía la imagen de San Facundo procedente de la ermita de su nombre.
En el término de Castillo-Nuevo existieron varias ermitas que han desaparecido, entre ellas las de San Acisclo, San Andrés, San Miguel, Santa Cruz, Santa Juliana y Santa Lucía. Unos muros se han conservado en la de Santa Victoria. La de San Facundo permanece en pie, en estado de abandono.
