BARDENAS REALES

de

NAVARRA



 

Extenso territorio deshabitado, inhóspito y de gran belleza, en el sudoeste de Navarra, de una extensión de unas 42.000 hectáreas. Situado entre el valle del Ebro y las estribaciones pirenaicas, mantiene una baja pluviometría lo que, juntamente con un fenómeno de erosión, constituye una zona prácticamente desértica.

Tradicionalmente perteneció al dominio de los reyes de Navarra que concedían derechos de uso y pastos. Actualmente son 19 pueblos los que tienen derecho a los aprovechamientos agrícolas y ganaderos. Los Valles del Roncal y Salazar y el Monasterio de la Oliva son también sujetos congozantes. Algunos pueblos limítrofes no son congozantes (Rada o Murillo el Cuende) y algunos congozantes no son limítrofes.

En la antigüedad - y continúa en la actualidad - en el Reyno de Navarra se podía llevar a cabo la transhumancia de ganado lanar dentro de sus propias fronteras, un hecho insólito que otorgaba gran riqueza e independencia al Reyno.

 

 

El término "bardena" puede provenir por derivación fonética del aragonés "pardina" zona de pastos en valles o regiones bajas. Gentes de fuera de la región utilizan también el término "bárdenas".

Existían en las Bardenas varios castillos: Aguilar, la Estaca (o Santa Margarita), Mirapex i Mirapeix (torre de Mari Juan), Peñaflor, Peñarredonda, Sancho Abarca y Sanchicorrota. Las ruinas más visibles actualmente son las de Peñaflor en el Vedado de Eguaras. Por influencia de las novelas de Navarro Villoslada se conoce también como el "castillo de doña Blanca". Estos castillos, generalmente modestos, servían principalmente de custodia de la frontera con Aragón en tiempos de Sancho VII el Fuerte (siglos XII-XIII).

 

zona central de la "Bardena Blanca" caracterizada por afloramiento salinos

















































































 

FAUNA

castillo de Peñaflor

alimoche "Neophronpercnopterus"





Alcaraván común "Burhinus oedicnemus"

buitre leonado


avutarda “ Otis tarda “


Ganga Ortega “Pterocles Orientalis”